Los roscos de Reyes se renuevan con una «edición limitada»

Cada Navidad, María del Mar Celador, Sandra y Alberto Martínez, La Tahona Cántabra, endulzan desde su obrador palentino de Pomar de Valdivia, muy cerca de Aguilar, la ilusión de grandes y pequeños con los Roscos, su amplio surtido de dulces artesanos y ahora también con turrones.

Estos días, y hasta el domingo día 12 de enero, La Tahona Cántabra tiene su punto de venta en la galería del Centro Comercial Peñacastillo, con los nuevos turrones, figuritas de mazapán y cocodrilos, polvorones, rosquillas y palitos de anís, garrapiñadas, magdalenas, sobaos, quesadas, bizcochos, cocas y los grandes protagonistas del día de Reyes, los roscos.

Seco, con diferentes rellenos (nata, crema, trufa, cabello de ángel, nutella y dulce de leche, pistacho) y tres novedades «edición limitada o hasta fin de existencias». Porque aunque el número uno en ventas siga siendo el rosco de nata, La Tahona se deja llevar por las tendencias y ha incorporado tres nuevos sabores: tarta de queso, Ferrero y galleta Oreo. Este año, el rosco seco tiene un precio de 24€, y el resto son de 29€, tanto el clásico como la «edición limitada».

Tras el éxito del pasado año, han vuelto los panetones de masa madre (20 euros), con pepitas de chocolate o con naranja y uvas pasas.

Detrás de los productos típicos de La Tahona Cántabra hay un gran esfuerzo y trabajo diario, desde hace más de 30 años, con especial dedicación a los mercados medievales y temáticos que recorren España.

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