El secreto de la tarta de queso San Pelayo: «Hacerla de un día para otro»

María Sánchez Castillo es la autora de la tarta presentada al concurso por el Camping San Pelayo de Camaleño. Un triunfo compartido con Francisco Rodríguez, copropietario de este complejo turístico lebaniego, que no solo presentó la tarta en la final celebrada en Las Carolinas, sino que sugirió a María el toque ahumado que, a juicio de quienes la pudieron degustar, fue un acierto total.

Hecha con ingredientes de kilómetro cero, el secreto de esta tarta es una exquisita mezcla de tres quesos: medio kilo de Baró fresco de cabra; medio kilo de Cudaña láctico fresco y algo menos de 100 gramos de Río Deva de vaca madurado ahumado. Pero además: cinco huevos camperos de granja Pío, 250 gramos de azúcar, medio litro de nata 35% materia grasa y 20 gramos de maicena (es una tarta sin gluten). Y, una vez mezclados todos los ingredientes, horno a 190 grados durante 50 minutos... con ventilador. Y un truco final: prepararlas de un día para otro, porque «después del reposo, aunque parece que tiemblan demasiado cuando las sacamos del horno, están perfectas. Tiernas, pero bien cuajadas, muy cremosas».

Esta lebaniega de adopción, porque allí lleva 42 años –32 en la cocina de este camping–, confiesa su gusto por la repostería clásica. «Mi hija siempre me ha dicho que tenía que haber montado un obrador, pero a mis 61 años ya... Eso se lo dejo a la siguiente generación».

Primera vez que participan en un concurso, y primera vez que lo ganan. Llegar y besar el santo. «Estamos gratamente sorprendidos porque nuestra intención era dar a conocer el camping. Apenas llevamos dos meses con la tarta de queso en el restaurante, antes teníamos un flan de queso, y Francisco me insistía en apuntarnos al concurso porque hacía la tarta muy rica y al final acertamos».

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