Seis bodegas-hotel para disfrutar de la vendimia

La historia de esta familia merece ser contada. El patriarca de las seis generaciones dedicadas al vino fue Anastasio, que llegó a San Vicente de la Sonsierra desde Bergara para casarse con Estéfana y acabó dedicado a esto por casualidad. En la quinta generación, Vitorino impulsó una bodega enterrada que cuenta con 2.000 metros de cuevas, la mayoría excavadas a mano. La construyó en 1989 en la finca más grande que tenía la familia, Sotovín, en Páganos. El rincón aguarda a los pies de Sierra Cantabria, rodeado por 130 hectáreas de viñedo con clara filosofía: acoger al visitante tal como lo han hecho durante siglos los labradores. «La uva para nuestros vinos con años proviene de viñedos de más de medio siglo ubicados a 600 a 700 metros y con un microclima particular», defienden. Para conocerlos de manera divertida puedes reservar la visita de la bodega más una ruta en segway para pasear por las más de 32 hectáreas de viñedos que rodean al hotel Eguren Ugarte. Al acabar, espera un almuerzo. También puedes hacer el recorrido a caballo, añadiendo al itinerario una cata de cuatro vinos y otros tantos pintxos. Después, lo mejor es aprovechar la tranquilidad del alojamiento y descansar en el interior de una bodega entre barricas y viñedos.

Información Crta. A-124 Km. 61. 945600766. egurenugarte.com

Visita el subsuelo de este palacio para descubrir su calado original. Allí aguarda la vinoteca, repleta de referencias. La actividad propuesta pasa por una cata de vino con la sumiller Elena Corzana y catas particulares diseñadas a medida del cliente. Incluyen la visita al hotel, donde la guía cuenta la historia de Palacio Tondón, contextualizada con el territorio. ¿Que no te apetece beber? Puedes aprovechar los tratamientos corporales de vinoterapia «totalmente sensoriales y sin salir de nuestro rincón». El enclave que da cobijo al edificio parece sacado de un cuento. El Ebro preside el espacio, retuerce su curso a su paso por Briñas, cuyas callejas repletas de casas señoriales vertebran una localidad donde brilla con especial resplandor este edificio del siglo XVI. Hermanado a base de piedra y madera, de tradición e innovación, las vistas a los viñedos ponen el broche de oro al lugar protegido por las montañas. El entorno ofrece una enorme variedad culinaria, por eso una visita especialmente agradable es la del restaurante, que inundará tus sentidos con las bondades de sus platos y su terraza. «Para sorprender o, por lo menos, crear un recuerdo digno de rescatar en un futuro», aseguran.

Información Campo, 2. 941690100. palaciotondon.com

Desde la habitación diseñada por David Delfín, en la que nos recibe una botella de bienvenida, podrás distinguir parte de la propiedad situada al sur del río Ebro. Cuenta con 16 hectáreas de viñedo repartidas en 30 parcelas alrededor de la bodega. La 'Experiencia estancia enológica' empieza invitando a la relajación en el spa, 55 minutos de vinoterapia podal y cena en el restaurante a base de productos riojanos maridados con caldos de la bodega. La siguiente jornada organizan una visita a la bodega con cata de vinos. Integrada en el mismo edificio, moderna arquitectura la viste y adorna. Allí trabajan la uva llegada de viñedos familiares, cuidada como manda la tradición, «para conseguir vinos que combinan la historia de nuestra tierra y la calidad», comentan desde la finca. «Cultivamos las variedades Tempranillo, Mazuelo y Garnacha para los tintos y Viura para el blanco».

Información Ctra LR 137, Km 4,6. 941446126. fincadelosarandinos.com

Disfrutar de las fabulosas vistas en la terraza del Hotel-Chateau puntúa como regalo de la vida. El mundo parece más bello en este enclave privilegiado, como si los tonos pastel del atardecer inundaran con su luz tu universo. Si acompañas la caída del sol con un copa de vino denominación de origen De Pago la experiencia redondea la exquisitez. Abre bien los ojos cuando traspases el fantástico portón de acceso, impresionan la amplitud y elegancia del hall. Dentro aguardan habitaciones con estilo clásico y un restaurante de gusto refinado.

En la visita guiada para conocer la bodega comprobarás cómo miman sus vinos; una cata para degustarlos cierra la cita. La finca Bolandín tiene la culpa de este despliegue de magia. «El viñedo cuenta con características propias gracias al terroir sobre el que se asienta y a las técnicas de cultivo», introduce la cicerone. Ayudan al carácter diferencial microclima y variedades. «Todos los vinos se crean con uva procedente de la finca y el proceso de elaboración y embotellado tiene lugar aquí», aclara. Aprenderás curiosidades como que la vendimia de la variedad blanca es nocturna para evitar que su delicada uva se oxide con la luz del día.

Información Carretera Ablitas a Ribaforada Km. 5.948386426 www.hotelpagodecirsus.com

José Miguel, Mikel y Jon Durán son padre e hijos y comandan esta aventura desde 1999. «Venimos de Portugalete, aunque siempre hemos veraneado en Cantabria. Nos ponía enfermos volver porque nos encanta la vida en el campo», comenta Mikel. Como tenían experiencia en bodegas «y mi padre es de esos que curran y curran», decidieron crear su bodega cerca de Santoña. «En esta costa se había perdido la cultura ancestral del cultivo de la vid y queríamos creaciones con identidad propia», añade. El sueño floreció y con él dos actividades asociadas: el enoturismo y la casa rural. Aprovecha tu escapada y suma a la cita una cata de vino acompañada por una degustación. Cuentan con menú maridado con sus vinos y visita. «A la gente que viene a nuestra cueva le encanta disfrutar del petardazo que sigue a los degüellos en caliente de espumosos», asegura Mikel. Te alojarás en una edificación de estilo montañés del siglo XVIII, rodeada por cinco hectáreas de viñedo.

Información Barrio Vidular, 7. 942631324/619710302. www.bodegasvidular.es

El txakoli es muy nuestro, por eso parece casi obligatorio conocerlo, aprender de quienes más saben de él. La forma sencilla para convertirlo en un buen amigo, además de la obviedad de beber, pasa por una visita guiada con degustación. La harás con las vistas del Cantábrico adueñándose del entorno, junto a filas de viñedos enamorados de la brisa marina. «Este no es un lugar fácil para cultivar uvas, pero de aquí resultan vinos frescos», explican durante la cita. Hacen esta promesa: «tras la degustación de nuestros txakolis terminaréis siendo amantes de este vino». El caldo se acompaña de productos locales, de anchoas y bonito del norte.

El paisaje ayuda a la conexión con la tierra. Las olas bravas rompiendo contra el litoral, las montañas, la costa. Hotel y bodega, codo a codo, invitan a esta experiencia enogastronómica. Recuerdan el pasado de Gaintza, que ha crecido gracias al esfuerzo de cuatro generaciones de la familia Lazkano. Desde el nacimiento de este proyecto en 1923 hasta hoy, cuando añade a su oferta un B&B (bed and breakfast) embellecido por un estilo contemporáneo y cercano.

Información San Prudentzio, 26. 943 896 038 (hotel) / 943140032 (bodega). hotelgaintza.com