Las semillas de amapola que sanan y nutren

Cultura gastronómica ·
Ingrediente principal en la elaboración de panes, dulces y también en bebidas vegetales es un alimento cada vez más recomendable

Isabel González Casares

Domingo, 28 de enero 2024, 10:07

Para saber de lo que estamos hablando, sólo tenemos que fijarnos en las motitas grises que aparecen en algunos bollitos. Son las semillas de amapola, oleaginosas que provienen de la flor del mismo nombre, 'Papaver somniferum'. Una excelente fuente de muchos de los nutrientes que el cuerpo necesita para mantenerse fuerte, como proteínas, fibra, calcio, magnesio y zinc. Diminutas, su color puede ir del blanco al negro, pasando por un azul ceniza muy llamativo pero que puede deberse a un efecto óptico, pues examinadas con un microscopio, se aprecia una capa pigmentada parduzca.

No son tan populares como otras semillas, como la chía, el lino, el sésamo o el girasol, pero cada vez están ganando más protagonismo. Sobre todo por ser unas aliadas de dietas sanas y equilibradas. Se recomiendan a deportistas, también a vegetarianos y veganos por su aporte de antioxidantes, aminoácidos y ácidos grasos esenciales.

Características y curiosidades

Nombre científico. La amapola real, entre otro de sus nombres vernáculos, es 'Papaver somniferum'.
Usos. Son ingrediente popular en la cocina, sobre todo en productos horneados, también en zumos y batidos.
Tesoro nutricional. Por ser ricas en fibra, en ácidos grasos, proteínas, vitaminas y minerales, recomendado su consumo por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Alimento para veganos.
En todo el mundo. Su uso está extendido en todo el mundo pero donde más notoriedad ha ganado parece ser en los Estados Unidos, en recetas como bagels, bizcochos de limón o magdalenas. En otros continentes también forma parte de dietas tradicionales.
Desde hace 4.000 años. Se han encontrado evidencias de cultivo y uso en asentamientos de finales de la Edad de Piedra.
Del Mediterráneo. De ahí parece ser nativa, del sur y este Mediterráneo en Europa, donde fue por primera vez cultivada. Aunque era conocida con el nombre de adormidera por su alto contenido en alcaloides.

Originarias del mediterráneo, existen diferentes tipos, incluidas las semillas de amapola azules y blancas. Dependiendo de dónde se cultiven pueden variar de color, aunque suelen ser negras. Y la semilla azul, que casi parece negra, es la más conocida en América, mientras que la cocina de Medio Oriente está más familiarizada con la semilla blanca.

Se emplean en una gran cantidad de recetas, principalmente dulces, y también en la elaboración de panes especiales y otros alimentos como sopas o pasta. Aportan un ligero sabor a nuez, una textura crujiente y una decoración única.

Ayudan a mantener el estómago saciado durante un periodo de tiempo más largo.

Además de usar semillas de amapola para decorar bollos y otros panes, o como ingrediente secundario en magdalenas, bizcochos o pasteles, se puede utilizar como condimento para ensaladas, incluso encima de la fruta. También espolvoreada sobre la pasta o el arroz. De consumir crudas, un buen consejo es tostar las semillas antes de consumirlas porque así se liberan los aceites y se resalta el sabor. Son utilizadas también para la obtención de un aceite oleoso, amarillo o transparente, dulce y agradable. Almacenadas correctamente, mantienen su calidad durante meses.

Entre las curiosidades de esta semilla citar que con ella se puede elaborar una bebida vegetal. Para ello se utiliza la especie 'Papaver rhoeas', que es la variedad más común y la que más se consume en España. Su uso gastronómico está extendido en muchas culturas gastronómicas: La India, Turquía, China, Rumania o Irán.