Una buena tortilla de patata, una sencilla fórmula de supervivencia
RECUERDOS ·
'Nació' en el siglo XVIII de una conjunción muy simple de «unas sencillas patatas con unos básicos huevos». Hoy es el plato preferido del 47,5% de los españolesSecciones
Servicios
Destacamos
RECUERDOS ·
'Nació' en el siglo XVIII de una conjunción muy simple de «unas sencillas patatas con unos básicos huevos». Hoy es el plato preferido del 47,5% de los españolesLa situación que estamos viviendo es excepcional, generando no solo riesgos sino también angustia e incertidumbre. Si lo vemos por el lado positivo, disponemos de más tiempo para dedicarnos a muchas cosas. Una de ellas, cocinar. De hecho, a través de los medios de ... comunicación, la mayor parte de los grandes chefs y muchos restaurantes nos están regalando sus recetas y trucos, para usar, amortizar ese tiempo, aprender a cocinar, e incluso para acostumbrarnos a comer mejor.
Hoy pretendo ir mas allá, y lo mismo que se dice siempre que un cocinero debe saber elaborar bien unas lentejas y un guiso, pues para poder innovar debe tener una buena base. Estimo que en cada uno de nuestros hogares, todo el que se ponga delante de un fuego con intención de cocinar debe saber hacer unas croquetas, un bizcocho o una tortilla de patatas.
Y hablando de tortilla de patatas, de la cual os voy a escribir hoy, os comunico que es para un 47,5% de los españoles su plato preferido, situándose en segundo lugar la paella, pero con una desventaja del 20%.
Sobre su origen concreto, durante bastante tiempo se atribuyó al general carlista Tomás de Zumalacárregui o quizás a una mujer que le obsequió, a su paso por Estella (Navarra), la famosa tortilla como remedio para el hambre de sus tropas en el sitio de Bilbao, en junio de 1835.
Actualmente está tomando más vigor la hipótesis de su origen en Villanueva de la Serena (Extremadura) gracias a la colaboración de José de Tena y el marqués de Robledo, que de este modo contribuyeron a mejorar la alimentación de un pueblo económicamente deprimido.
Lo que está muy claro es que nació de una conjunción muy simple, que consta de unas sencillas patatas con unos básicos huevos, y este matrimonio, desde finales del siglo XVIII y principios del XIX, ha constituido una sencilla fórmula de supervivencia, que con el tiempo ha logrado constituirse como una base de la cocina popular española.
Para gustos, los colores
Llegado a este punto, será difícil el acertar con las preferencias de cada uno de los adeptos a la tortilla de patatas. Si nos centramos en los componentes, unos prefieren las patatas de tipo agria y otros las de tipo monalisa. En cuanto al aceite, hay defensores del uso del aceite de girasol mientras muchos defiende el aceite de oliva, y si lo queremos complicar aún más podemos pensar en manteca de cerdo. ¡Ah¡ ¿La ponemos cebolla?
También nos podemos preguntar en el momento de la elaboración, si batimos mucho o poco los huevos, cuánto tiempo reposar las patatas ya fritas con el huevo batido, si la cuajamos en mayor o menor grado o si queremos que se presente blanquita o con 'la cara' ligeramente dorada.
Ante tanta disyuntiva, y como hay tantas combinaciones posibles, os recomiendo que barajéis en familia las opciones y posibilidades que os he expuesto y os hagáis la idea de vuestra tortilla preferida.
Estimo que aún tenéis en nuestras casas suficientes productos para su elaboración, dado el acopio que se ha realizado para estas fechas, pero si no fuese así, podéis agudizar vuestro ingenio, y os dejo como ejemplo lo que quedó reflejado en el libro 'Cocina de recursos (deseo mi comida)', Barcelona, 1941, donde el cocinero y escritor Ignasi Domènech, que inventó y relata «las chuletas sin carne y la tortilla de patatas sin huevo y sin patatas». Las patatas se sustituían por mondas blancas de naranja (entre la piel y los gajos) echados en agua desde la noche anterior; y, a falta de huevo, hacía una gachuela de harina y agua a la que agregaba una pizca de colorante para fingir el color de la yema. Otro día os escribiré sobre lo de las chuletas.
Reflexión
Os dejo con una frase del escritor catalán Luis Racionero: «Cuando tú has visto que existen otros estados de percepción diferentes del que te produce el consumo de la tortilla de patatas entonces entiendes mejor lo que hay después de la vida». 'Matad' un rato de vuestro tiempo con esta reflexión.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.