El resurgir de la sidra cántabra

El ciclo 'La agroalimentación en el siglo XXI: productos, nutrición y gastronomía' inauguró este miércoles su sexta edición. Esta serie de encuentros, organizados por El Diario Montañés con el patrocinio de la Universidad Europea del Atlántico y la colaboración de Grupo Consorcio tiene como objetivo «apoyar al sector agroalimentario, dar visibilidad a la gastronomía y promocionar formas de vida saludables relacionadas con la alimentación», tal y como explicó José Luis Pérez, redactor jefe de El Diario Montañés y coordinador del suplemento Cantabria en la Mesa, que ha conducido el primer debate en torno a 'La sidra en Cantabria'.

Le acompañaron para hablar sobre el pasado, el presente y el futuro de esta típica bebida Juan José Hierro, propietario junto con Gonzalo Garrido, de Sidra 45 Amigos, elaboradores de sidra en Ambrosero; Jesús Gómez Solórzano, propietario de Sidra Somarroza, con lagar en Renedo de Piélagos; y Javier Tazón, escritor de novelas históricas y autor del libro 'El Trujal, historias, leyendas y notas sobre la manzana y la sidra en Cantabria'.

Tazón realizó un breve repaso por el origen de esta bebida, que se atribuye a «las legiones romanas» durante sus ocupaciones de territorio como invento para sustituir al vino. En Cantabria su producción fue desapareciendo, como en otras regiones de la cornisa cantábrica, para llegar a ser algo totalmente residual hasta hace poco más de dos décadas, cuando en Escalante y de la mano de Javier Tazón, resurgió «fruto de una casualidad que dio lugar a muchas otras».

«Quisimos traer a Cantabria una fiesta como la de Usurbil, en el País Vasco, reunimos a sidreros cántabros que producían a nivel familiar y comenzó a emerger un movimiento» que derivó en «un pueblo volcado y un excepcional ambiente sidrero» que se ha ido extendiendo por la región.

Durante estos últimos años han ido surgiendo productores como Juan José y Jesús que han ido viendo progresar el mercado y auguran un futuro muy prometedor para el sector. Entre los principales retos a superar, ambos coincidieron en la necesidad de crear una cultura en torno al consumo. «El reto no está en competir entre nosotros, sino en fomentar el consumo, cambiar la mentalidad y ofrecer una alternativa al vino o la cerveza, saludable y con muchas propiedades para el organismo», afirmó el propietario de Sidra 45 Amigos.

En este sentido, para Jesús Gómez, la clave para que el sector continúe su buena evolución está en la calidad del producto. «Yo siempre he tenido curiosidad por el manejo del producto y creo que esto es fundamental, no hay que esperar a ver qué sale este año, tiene que salir lo que yo quiero. Y es que elaborar sidra es muy fácil, pero hacer una buena es muy difícil y que sea buena muchos años seguidos, eso ya no está al alcance de cualquiera».

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