Susinos: «En 2025 hemos incrementado las ayudas para las empresas que afrontan inversiones»

La entrevista comenzó haciendo un análisis de sus primeros cuatro meses como consejera:«Han sido unos meses de cambios muy importantes, han sido unos meses de muchísimo trabajo, han sido unos meses, podríamos decir, frenéticos. No dudé en ningún momento, me ilusionó mucho la propuesta y sentí muchísima responsabilidad cuando la presidenta depositó su confianza en mí», señala Susinos.

En su línea de «tender puentes con el sector, escucharles, porque no se pueden tomar decisiones de una manera unilateral», la ex alcaldesa de Entrambasaguas afirma que «noto que he sido recibida muy bien por el sector, apoyada, y quiero aprovechar este momento también para agradecer al sector ese respaldo que me ha mostrado desde el primer momento. Saben que aquí, en la Consejería, realmente somos unos aliados de ellos».

En el ámbito del sector agroalimentario, la consejera asegura la continuidad para la marca institucional 'Sabe a Norte' «que lo que hace es representar a las figuras de calidad diferenciada de Cantabria. Es un paraguas que engloba 35 productos bajo diferentes sellos de calidad como son cuatro de DOP's, cuatro IGP's, 15 productos de certificación ecológica y 12 productos de Calidad Controlada. 'Sabe a Norte' es una marca que a lo largo de 2024 se ha dado a conocer con diferentes campañas y ferias promociones y yo creo que, ahora mismo, ya se encuentra perfectamente identificada con los productos de Cantabria».

No duda la consejera a la hora de aspirar a que Cantabria tenga nuevos sellos de calidad. En trámite está la patata de Valderredible y anhela que los conserveros de la región impulsen el expediente para que la anchoa del Cantábrico, bajo la nomenclatura que se decida, tenga una IGP. La misma aspiración existe para el limón de Novales, para la quesada pasiega, para la corbata de Unquera o para el hojaldre de Torrelavega. Ysentencia, apoyándose en datos:«La industria agroalimentaria juega un papel fundamental en nuestra comunidad y un papel fundamental».

Para ello, anuncia a lo largo de la entrevista como, para este año, crecen las dotaciones económicas de su departamento para ayudar a estas empresas agroalimentarias a crecer, a innovar, a fijar población en el medio rural...

«Estamos en cifras superiores a los 71 millones de euros de inversión total en la última convocatoria por parte de empresas que luego aspiran a que una parte de esa inversión sea apoyada por el Gobierno. Y por ello en 2025 hemos incrementado los apoyos; en pequeñas y medianas empresas pasa de un 30% a un 35%; y en grandes empresas, lo hemos subido de un 18% a un 25%. Esto conlleva la creación de nuevos empleos. En la convocatoria anterior de 2021 se crearon 187 nuevos empleos pero en la convocatoria actual se han creado 428 empleos y se han mantenido más del doble de empleos».

No oculta su preocupación con la falta de relevo generacional que hay en el sector primario, aunque defiende la progresiva profesionalización de los ganaderos, para los que considera imprescindible que cobren sus ayudas en tiempo y forma.

Y no esconde las dificultades existentes para mantener unas relaciones fluidas con el Gobierno central, que no atiende sus peticiones o sugerencias, llegando al súmmum del malestar cuando sale a relucir el problema del lobo.

También le preocupa la excesiva burocratización de la PAC, el acuerdo de la UE con Mercosur, porque puede afectar a los ganaderos de carne, y la reducción de la cuota para el verdel y la anchoa. Finalmente, entre otros temas, avanza que ya se está trabajando en una nueva ley para la Odeca (Oficina de Calidad Alimentaria), que se adapte a una nueva realidad.