¡Temporada de setas!

Ir a recoger setas al monte es un plan muy apetecible y divertido, pero recuerda que debes de estar muy seguro de qué estás recogiendo y, en caso de duda, ni siquiera tocarlas ya que también en esta época salen setas tóxicas y venenosas. No te conformes con compararlas con una foto del móvil, si no estás 100% seguro ni las toques ya que hay setas muy parecidas a las comestibles que no pueden comerse, y sólo se diferencian por pequeños detalles o por la zona en la que la encontremos.

Por todo ello, lo que debemos tener claro en caso de que vayamos al monte a coger setas es la palabra respeto, porque de esta manera podremos disfrutar más adelante de otro paseo para ir a recoger setas. Las setas son todo un manjar, verdaderas joyas gastronómicas que tienen sin embargo una vida útil muy escasa. Son un producto muy delicado y no abundan tanto como nos gustaría, sobre todo cuando las lluvias se retrasan, como ocurre este año.

Hoy os propongo una receta muy rápida y sencilla pero con la que obtendréis un resultado magnífico. Se trata de unas setas confitadas en aceite de oliva que las vamos a aromatizar con unas hierbas y unos ajos que le van a aportar una profundidad de sabor excepcional.

-Comenzamos eligiendo las setas, si las vais a recoger vosotros mismos por favor con cuidado, si no la mejor opción es comprarlas. En esta ocasión os recomiendo unos boletus edulis que vamos a cortar en trozos grandes, tamaño bocado, y más o menos uniformes para que se hagan todos por igual, como más os apetezca.

-Ponemos en una cazuela las hierbas con las que vamos a aromatizar el aceite y un par de dientes de ajo machacados, esto nos va a dar un extra de sabor: tomillo, romero y, si os atrevéis, una cayena seca también le va de cine..., eso si os gusta el picante claro.

-Añadimos las setas y lo cubrimos todo con el aceite de oliva -os recomiendo un 0,4 porque es más respetuoso con los sabores de los alimentos-.

-Encendemos el fuego, lo tenemos que controlar con un termómetro porque no queremos que pase de los 90º. Alcanzada esta temperatura la mantenemos durante unos 15 minutos, cuando veamos que las setas ya están tiernas.

-Las sacamos a un bol y las reservamos.

-Dejamos que se enfríe el aceite y cuando esté frío nos servirá de elemento de conservación de las setas si no nos las acabamos, que no será fácil. Si no es así tenemos un magnífico aceite para cualquier guiso de carne, arroz o pasta.

-Para terminar de redondear estas setas un huevo pochado o frito coronando hará las delicias de los comensales.