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Las tortillitas de camarones son un manjar muy poco conocido de 'Despeñaperros para arriba'. Una tapa que se encuentra a cuentagotas fuera de Andalucía, y donde es habitual en la costa gaditana, onubense y, por supuesto, en Sevilla. Un bocado suculento, sabroso y crujiente que ... podemos degustar en algún restaurante o taberna especializada en la gastronomía del sur del país o en grandes ciudades donde la oferta gastronómica es abundante. Si no, se puede recurrir a las congeladas que sí se pueden adquirir sobre todo en superficies comerciales.
Este producto, de los de comer con la mano, junto a un vino blanco -fino o manzanilla- o una caña de cerveza bien tirada, tiene una elaboración aparentemente sencilla pero, como siempre, no por ello exenta de cierto grado de maña. Harina de garbanzo (una pequeña cantidad según los expertos), harina de trigo, un toque de cebollino y perejil muy picados, sal, camarones crudos (Periclimenes imperator), aceite de oliva y agua helada, mejor si es con gas. Todo ello hecho una pasta líquida que después se fríe en abundante AOVE muy caliente y se sirve a temperatura ambiente, bien desengrasada.
Harina saludable La de garbanzos es una harina muy saludable y forma parte de la receta de la tortillita de camarones. Es baja en hidratos de carbono, no tiene gluten, posee un alto poder nutritivo, es rica en omega 6 y contiene numerosas vitraminas. Conocida también como besan, chana o gram, ayuda a reducir los niveles de colesterol alto y es un buen sustituto del huevo.
El camarón Es un crustáceo decadópodo, que puede habitar tanto en aguas dulces como saladas. Vive en regiones templadas, tropicales, y frías. Habita en zonas rocosas y arenosas poco profundas con abundancia de algas. Los camarones son pequeños, si bien el tamaño es variable entre las especies. Algunos no miden más de unos milímetros, pero otros alcanzan hasta 20 centímetros de longitud.
Ingredientes y medidas Para unas tortillitas necesitaros 250 gr. de camarones (tienen que estar crudos), 150 gr. de harina de trigo, 150 gr. de harina de garbanzos, tres (3) cebolletas rojas, Un (1) manojo de perejil, 500 ml. de agua con gas (soda) y sal al gusto. Una vez hecha la pasta con estos ingredientes se fríen en aceite bien caliente, hasta coger un bonito color dorado.
La tortillita de camarón tiene su historia, según los datos que ofrecen una serie de investigadores de la gastronomía andaluza. Parece que sus orígenes se remontan al siglo XVI o XVII y son producto de la fusión de la farinata genovesa y las gachuelas españolas.
La farinata o 'torta di ceci' es una combinación de agua, harina de garbanzos, sal y aceite, típica de esta ciudad italiana, a veces enriquecida con queso parmesano, cebolla y pimienta. La gachuela, por su parte, es una mezcla de huevo, harina, sal y levadura. Mientras que la masa italiana se hornea, la española se fríe.
Lo que no parece muy claro es el lugar donde primero se sirvieron estas tortillitas, si fue en Cádiz capital o en San Fernando, aunque en ese siglo, ambos municipios no estaban separados. Sí que dicen los estudiosos que las primeras pudieron ser de verduras, con preferencia por la acelga.
Camarón, quisquilla, esquila, gamba... son nombres que, a veces, llevan a la confusión. El camarón que nos ocupa es el mas pequeño de los crustáceos pero no por ello el menos importante y presente en la cocina onubense y gaditana. Goza de un gran prestigio y reconocimiento a pesar de su tamaño y disponibilidad.
Este marisco suele consumirse principalmente en tortillitas de camarones o bien cocidos y a puñados, estilo snack. Ambas formas son llamativas para los mas pequeños y valoradas por los mayores.
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