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Las grosellas pueden ser negras, rojas o blancas. a. s.
La tricolor grosella jugosa y decorativa

La tricolor grosella jugosa y decorativa

Este fruto, que puede recolectarse en un día de paseo por el bosque, es el origen de mermeladas, helados, zumos y otras bebidas

Domingo, 8 de agosto 2021, 07:40

De dulce. Las grosellas, rojas, blancas o negras, son unas frutas perfectas para elaborar postres, principalmente mermeladas y jarabes, provenientes de los groselleros. Jugosas, dulces con un ligero toque ácido, su pulpa contiene semillas diminutas que se notan al comerlas; estos frutos se recolectan entre los meses de agosto y septiembre. Su hábitat son los bosques caducifolios húmedos. Forman setos o matorrales en el margen de los caminos, claros de bosques y, sobre todo, en comunidades de ribera. El arbusto mide entre uno y dos metros. No obstante, en la actualidad se cultivan especies con fines comerciales, de manera que es fácil encontrarlas en mercados especializados.

Valiosas por la riqueza y jugosidad que aportan, no sólo son de lo más adecuadas para elaborar mermeladas (sobre todo si son rojas), sino que también son ideales para confeccionar ensaladas veraniegas. Combinándolas con, por ejemplo, hojas verdes, picatostes, hinojo y piñones, una fórmula de lo más suculenta.

CURIOSIDADES

  • Siglos Se llevan consumiendo desde tiempo inmemorial, endulzando desayunos, comidas y cenas.

  • Procedencia Son oriundas de Asia y Europa, creciendo en terrenos húmedos y madurando en verano y otoño.

  • Los mayores productores Son Italia, Bélgica, Holanda e Inglaterra, en su variante de grosella negra.

  • Nombre científico Ribes rubrum, especie de arbusto perteneciente a la familia Grossulariaceae.

  • Otros apelativos También es conocida como zarzaparrilla roja o corinto, con entre 3 y 10 bayas comestibles.

  • Variedades Además de la roja, la más conocida, están la negra, la blanca y la espinosa.

  • Nutrientes Ricas en vitamina C, potasio y calcio son buenas para combatir el cansancio y son diuréticas.

  • En la cocina De lo más adecuadas para elaborar mermeladas, gelatinas, zumos y jaleas.

  • Su temporada Aunque se pueden encontrar todo el año, las frescas son propias de agosto y septiembre.

Estos frutos son ricos en vitamina C, potasio y calcio. El sabor ligeramente agrio es debido a su contenido en ácido cítrico. Recomendable para combatir el cansancio, protege además el sistema cardiovascular a lo que hay que sumar sus propiedades antivíricas y antibacterianas, diuréticas y depurativas. El zumo se utiliza tradicionalmente en medicina natural como remedio para bajar la fiebre.

Son oriundas de Asia y Europa y los países productores de grosella negra más potentes son Italia, Bélgica, Holanda e Inglaterra.

De las variedades más importantes, la grosella roja, cuyo sabor varía del ácido al agrio, pudiendo ser bastante insípidas. La grosella negra tiene un sabor amargo y muy ácido, y no suele consumirse cruda. En Francia las mejores grosellas negras florecen en el área de Dijon, donde se usan para preparar el reconocido licor Creme casis. Y las grosellas blancas son variedades de color blanquecino o rosáceo.

Fresca al natural, o en macedonia, cubierta de leche y azúcar o mezclada con otros frutos, entre sus preparaciones más apreciadas está la gelatina, también las jaleas y confituras que son perfectas para acompañar y endulzar los desayunos o las meriendas. Pero también se utilizan mucho para decoración de platos tanto dulces como salados. Aún su apariencia frágil se pueden conservar en buenas condiciones entre tres y diez días. Al elegirlas es conveniente fijarse en su color: brillante e intenso, firmes al tacto y secas. Suelen ser frutas muy perfumadas, otro dato a tener en cuenta para asegurarse de su frescura.

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