Viajar con el paladar, la tentación de Nacho Solana

En colaboración con Fenicia, empresa especializada en marketing gastronómico, y las firmas patrocinadoras de Gastroplan –Agua Solán de Cabras, Cervezas Alhambra, Café Dromedario y Schweppes–, a partir de mañana domingo 1 de marzo, se pone en marcha la venta de los 200 bonos de un nuevo menú elaborado por el chef Ignacio Solana para degustar en su restaurante gastronómico –reconocido con una estrella Michelin y dos soles Repsol–, junto al Santuario de la Bien Aparecida, en una de las comarcas más espectaculares de Cantabria.

Propiedad de la familia Solana, este templo gastronómico se rinde a la tradición y creatividad de un chef que sabe plasmar su compromiso con el territorio: naturaleza, producto y sabor, en cada bocado. Para esta ocasión, se propone un menú 100% Solana donde el producto de temporada y la esencia de su cocina se convierten, plato a plato, en un deleite para el paladar. Y por tan solo 55 euros, un precio más que asequible para descubrir o repetir una experiencia completa en la que el ambiente y todos los detalles que rodean el servicio, son dignos de admiración.

La clave para disfrutar de principio a fin es no tener prisa. Cada plato exige su tiempo y una vez servido en mesa es recomendable detenerse y observar cada uno de los detalles que forman parte del conjunto. El tentador viaje de Solana empieza con una degustación de tres panes (rústico, de cereales y tipo brioche) recién horneados y continúa con cuatro aperitivos. Dos clásicos de la casa como el filipino de foie y la croqueta de jamón Joselito, campeona del mundo 2017; un esponjoso brioche cocinado al vapor, con cangrejo real y kimchi casero para viajar a 'Corea en un bocado'; y un sabroso mejillón con emulsión de escabeche sobre un crujiente de tapioca. Para maridar este primer pase se propone una de las Numeradas de Cervezas Alhambra: Amontillado, Palo Cortado o Pedro Ximénez. Tres variedades criadas en barrica de Jerez.

El bloque central del menú se divide en cuatro platos. Los dos primeros se acompañarán de un vino blanco Monte Real elaborado con las variedades viura y malvasía, y fermentado de manera natural en barricas de roble americano, perfecto para el cimarrón, como se conoce al atún rojo del Cantábrico que se encuentra ahora en su mejor momento, con adobo pejino, un homenaje a los marineros laredanos del siglo pasado; y para el ravioli de setas y trufa, la reina de los bosques, regado con consomé de rabo de buey.

Para los dos segundos, el jugoso lomo de merluza de pincho con una salsa demi-glace o glaseado de pescados azules y colágeno; y el taco de presa de cerdo celta acompañado de su propio jugo, chirivía y encurtidos, se servirá un tinto 100% uva garnacha, Pegaso Zeta, Vino de la Tierra de Castilla y León, elegante y perfecto para maridar carnes y pescados.

Con el último de los nueve pases que forman parte del menú Gastroplan, incluyendo los cuatro aperitivos, llega el momento más dulce. Un sobao de toffee con helado de manzana asada y pañuelo de café, que Solana incluyó en el menú que cocinó el pasado mes de enero en el congreso de Madrid Fusión.

Después de alcanzar la perfección con el postre, Solana consigue hacer aún más feliz al comensal con unos petit-fours de galletas de mantequilla y rocas de almendra y dulce de leche, gominolas de fresa y galleta de café.