¿De dónde viene el café? Brasil, Vietnam y Colombia, los principales productores

Por sus propiedades terapéuticas y por sus cualidades gastronómicas y sociales, la afición y consumo de esta bebida forma parte de nuestra cultura desde hace siglos. Tomamos café desde primera hora de la mañana y en cualquier otro momento del día, siendo la excusa perfecta para realizar esa pausa matutina o vespertina, incluso después de la cena.

Beber café es un hábito saludable, si se consume con moderación, pero, ¿sabemos qué tipo de café bebemos? ¿De dónde viene el que más nos gusta? La calidad del café es esencial para la industria cafetera mundial y uno de los principales parámetros para aumentar su consumo. Existen dos grandes variedades de café: arábica, originario de Etiopía, está considerado de mayor calidad porque tiene menos cafeína, es más suave y se cultiva a mayor altitud; y robusta, con más cafeína y amargor porque se cultiva en zonas más bajas, por lo que se le atribuye una calidad inferior.

Según la Organización Internacional del Café (ICO), esta bebida, que se produce en más de 50 países en desarrollo -el 95% del café mundial lo producen más de 25 millones de agricultores en pequeña escala y sus familias-, es uno de los productos básicos de exportación más importantes del mundo. Contribuye al desarrollo socioeconómico y al alivio de la pobreza y es de importancia económica excepcional para los principales países productores (Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia, Etiopía, Honduras y la India) y exportadores (Brasil, Vietnam, Alemania, Indonesia y Colombia), basando en el café la mitad de sus ingresos de exportación.

Es llamativa la tercera posición de Alemania en el ranking de mayores exportadores de café del mundo. Sin ser un país productor supera en exportaciones a grandes productores como Colombia o Indonesia. Alemania es, a su vez, el segundo importador de café a nivel mundial, por detrás de Estados Unidos y por delante de Italia, pero exporta más del 55% de ese café como producto procesado.

Brasil, Vietnam y Colombia son los principales productores mundiales. El 30% de café arábica que se importa en Europa proviene de Brasil. La producción anual supera los 3,5 millones de toneladas, un tercio de la producción mundial y la mayor parte se cultiva en latitudes no superiores a los 1.200 metros. El café brasileño es difícil de definir por la gran cantidad y extensión de su cultivo, aunque en general son cafés con mucho cuerpo, poco amargor y acidez.

El segundo gran productor es Vietnam, y el mayor desconocido. Su origen no aparece en las etiquetas ni se destaca en las grandes mezclas, pero produce gran parte del café robusta del mundo, una variedad que se usa especialmente en cafés instantáneos y mezclas. Para este país asiático el café es uno de los grandes motores que le han llevado a su recuperación económica.

Si decimos Café de Colombia hablamos de calidad y prestigio. El país centroamericano es el tercer productor del mundo y cuenta con Denominación de Origen e Indicación Geográfica Protegida. En Colombia se produce el café 100% arábica que se cultiva en las zonas altas de las cordilleras andinas oriental, central y occidental. Este cultivo llega hasta los 2.000 metros por encima del nivel del mar, en unas condiciones climáticas y de suelo que producen un café muy suave y aromático.

En Indonesia, uno de los primeros países asiáticos donde se cultivó café, aún hoy existe una gran producción y además produce el café más caro del mundo, el kopi luwak, que surge de la defecación de un animal, la civeta salvaje que se alimenta de los granos del cafeto. Su precio, entre 75 y 90 dólares la taza, es tan elevado porque solo se producen 500 kilos al año.