Y hoy..., ¿qué vino descorchamos para comer?

En el caso del vino, una de las principales tendencias que se ha advertido es el incremento de la compra 'on line', el cada día más potente comercio electrónico. Los portales y tiendas especializadas han detectado que emerge un cliente nuevo, que compra una media de seis botellas con un precio medio en torno a los diez euros cada una, ligeramente inferior al que se promediaba por el cliente más habitual antes de la crisis del Covid-19.

También en los supermercado se ha advertido un incremento en la venta de vinos, preferiblemente marcas más conocidas y de vinos más populares para el gran público.

Quien más quien menos tiene en su casa guardados algunos vinos, y con el paso del tiempo ha logrado conformar una pequeña bodega a la que generalmente se recurre solo en fechas señaladas. Pero ahora que todos queremos salir de la rutina, apetece más que nunca disfrutar de un vino en casa a la hora del almuerzo o de la cena. Y cuando las existencias se van terminando, hay que comprar. En este contexto, surgen varios interrogantes a los que se puede responder con algunas pistas y sugerencias, aunque como siempre se dice en estos casos, el mejor vino es el que más te guste.

- ¿Qué vinos comprar? Los gustos personales y el poder adquisitivo marcan ahora más que nunca la decisión. El gran entendido, generalmente tiene muy claro su criterio y opta por adquirir vinos diferentes, de autor, novedades recién llegadas al mercado y con distinciones en concursos nacionales o internacionales. El cliente con un perfil medio, que le gusta el vino pero que no acumula ni grandes conocimientos ni experiencias que le hayan marcado, recurre a vinos fáciles de tomar, con una buena relación precio-calidad, y más en las circunstancias actuales.

Conformar una bodega no significa tener más de un centenar de botellas. Con una docena de botellas en casa se puede contar con el suficiente abanico para elegir en cada momento lo que más apetezca. En ella no puede faltar, en primer lugar, el vino que habitualmente más tomamos porque nos encaja en el día a día. Además, deberá haber una presencia de blancos y tintos. En el caso de los primeros, los expertos recomiendan vinos afrutados, agradables, frescos...

Es ahora una buena oportunidad para dar cabida en casa -sobre todo para quienes aún no los han descubierto o probado suficientemente-, a los vinos de Cantabria, blancos de la zona de la costa y tintos de la comarca de Liébana. Los productores están elaborando vinos mucho más que dignos, muy competitivos por su calidad y, aunque puedan estar un poquito por encima en precio frente a los de otras regiones, hay que tener en cuenta que se trata de producciones pequeñas, artesanas y que necesitan estar posicionados ahí para que sus proyectos vitivinícolas sean viables.

Siguiendo con los tintos, en esta pequeña bodega debería haber una representación de algún vino de Rioja o de Ribera de Duero, las dos DO's más clásicas; y con dos botellas abiertas, hacer la prueba a ciegas para identificar una u otra es un ejercicio divertido que puede ayudar a educar nuestro paladar.

Es también ahora un buen momento para poner atención en el tipo de uva empleado para la elaboración de cada vino. Y si se trata de monovarietales, también es aconsejable el poder comparar a ciegas vinos similares pero elaborados con uvas distintas.

Si seguimos -y nos gustan- los tintos, aunque lo mismo puede comentarse para los blancos, es ahora también un buen momento para atreverse con vinos de otras procedencias. Leer algo previamente y buscar algún vino con buena relación precio-calidad de otras DO's y que sean características de esta zona. La amplitud de miras en el caso de los vinos es fundamental para adquirir cultura y conocimientos.

Finalmente, si queda hueco en la 'bodeguita' no estaría mal que hubiera un cava o un champagne, espumosos que pueden acompañar una comida un poco especial o protagonizar alguna celebración especial, un cumpleaños, un aniversario o simplemente para el último día del confinamiento.

Y a modo de postre, no descarten también tener un vino dulce que bien se puede tomar en el aperitivo o en la sobremesa.

- Para informarnos rápido... Existen 'apps' que con la ayuda de un teléfono móvil permiten escanear el código de barras o la etiqueta de la botella. Rápidamente podremos saber el precio y una valoración de un vino concreto, así como aspectos de sus características.

- ¿Dónde comprar? Lo más cómodo y práctico ahora es adquirir vinos en el supermercado más cercano de casa. Este tipo de establecimientos cuenta con una variedad representativa de referencias, no tantas como una enoteca o tienda especializada. La ventaja que tienen estos supermercado es que este tipo de empresas negocian la adquisición de grandes cantidades y suelen ser ajustados en los precios porque de lo contrario la competencia les superará. El inconveniente, que generalmente no hay quien te pueda asesorar.

Las compras en portales de internet permiten acceder a más referencias, pero aquí el precio se incrementará con los gastos del transporte.

Los expertos dan unas pautas que conviene seguir para que el vino esté en óptimas condiciones cuando se vaya a descorchar. En primer lugar las botellas se almacenarán en horizontal, así el líquido estará en contacto con el corcho. Si éste está húmedo, el vino estará herméticamente cerrado. En segundo lugar, el muy importante la humedad: un aire muy seco resecará el corcho. Lo ideal, entre el 75 y el 90%. En tercer lugar, la temperatura, se recomienda entre 11 y 14º. Y finalmente, la luz: es nociva para el vino ya que deteriora los aromas y su color.

Y como el vino tiene tanto recorrido, seguiremos con más consejos la próxima semana...