Eduardo Sainz Marotías

Director general de Bodegas Riojanas

«Los vinos naturales son un fraude. No hay legislación ni controles ni certificaciones»

Eduardo está al frente de un equipo de 98 personas y el Grupo Bodegas Riojanas, además de elaborar vinos en esta DO se ha expandido a otras denominaciones de origen buscando ampliar su portfolio de producto. Así la empresa tiene presencia en Rueda, Rías Baixas, Ribera de Duero y Toro. En total recogen unos cuatro millones de kilos de uva y al año ponen en el mercado casi seis millones de botellas.

–¿Cómo se presenta este año la vendimia?

–Es un momento decisivo. Este año advierto dos velocidades, por una lado hay finca muy buenas y sana, que aseguran una gran calidad. Por otro lado, hay parcelas que hay que vigilar y ser extremadamente cautelosos; si no se han tratado bien hay riesgo de oídio».

–Se ha publicado que en Rioja hay bodegas con mucho vino en los almacenes tras los desajustes provocados por el covid.

–Hay algunos casos, pero en bodegas que tenemos marca y apostamos por la calidad. Nosotros no tenemos problemas en ese sentido. Cierto que el sector ha sufrido por la pandemia, por el 'Brexit', por las regulaciones en el Reino Unido... No ha sido un año fácil para la exportación, pero nada que no haya pasado antes y en otras ocasiones. El problema mayor lo tienen las cooperativas que trabajan con vino a granel.

–¿Qué representa para una bodega como Riojanas la exportación?

–Aproximadamente un 30%, pero nuestro plan pretende alcanzar el 45-50%. Es ahora mismo nuestra asignatura pendiente.

–¿Rioja se queda pequeña para los grandes grupos y de ahí la diversificación territorial?

–Rioja y su DOCa es conocida a nivel mundial. Por ello el grupo ha desarrollado una estrategia de diversificación territorial para tener presencia en las DO's principales de vinos blancos. Esto nos permite ampliar la oferta, aunque siempre partiendo de la base que queremos que cada bodega tenga su personalidad, su propia identidad y su enólogo.

–¿Dónde pone el foco el Grupo en estos momentos?

–En Rioja estamos creciendo año a año, en 2021 superamos ya las cifras pre covid. Mantenemos dos estrategias, como he dicho crecer en exportación por un lado, y crecer en hostelería por otro lado y para ello nuestra intención es hacer vinos más premium. En este sentido, hay que ser consciente que el trabajo que hagas ahora tendrá sus consecuencias en cuatro o cinco años. En este negocio hay que tener las luces largas siempre encendidas y armarse de paciencia.

–¿Existe una tendencia de mayor consumo de vinos blancos?

–Efectivamente, especialmente en verano, porque son más fresco. En la DO ca Rioja los tintos están cayendo ligeramente, un tres por ciento, sin embargo los blancos crece por encima, del diez por ciento.

–¿Cuáles son las principales referencias de Bodegas Riojanas más allá de Rioja?

–En primer lugar, en Rioja tenemos la marca Monte Real muy dirigida a crecer en hostelería, mientras que Viña Albina está más presente en los lineales. En Toro tenemos Viore, Peñamonte y Marqués de Peñamonte. En Rías Baixas, Veiga Naúm;en Rueda, Viore; en Ribera de Duero, Alacer;en Monterrey, Gargallo;en Bierzo, Viore. Además tenemos un champagne, Bernard Remy; un cava, Cum Laude; y un vermut, Cuppedia.

–¿Algún proyecto a corto plazo?

–Estamos construyendo una bodega de microvinificaciones, para pequeñas producciones de vinos exclusivos a partir de los denominados viñedos singulares. Será un espacio que estará listo para otoño.

–Y en materia de enoturismo, ¿qué balance hace?

–Está muy desarrollado, crece muy rápido. Actualmente estaremos en unas 40.000 visitas al año. No es tan importante por la venta de producto a los visitantes como por la fidelización del consumidor con la marca.

–¿Que opina de la moda de los vinos naturales?

–Para mí es un fraude. No está legislado ni controlado ni certificado. ¿Qué es un vino natural? Hay un vacío legal. ¿Quién sabe de esto?¿Quién lo certifica y con qué criterios? Ha habido ocurrencias de vincular estos vinos con los ciclos de la luna. Un vino que no lleve sulfitos lo normal es que no aguante un viaje a Santander. Los vinos naturales son una puerta abierta al fraude.

–¿Tiene una opinión formada sobre lo que se hace en Cantabria en materia vitivinícola?

–He catado blancos, cada año se nota la diferencia y hay una buena evolución. Los blancos son la categoría de vinos que más crecen a nivel mundial y el clima está cambiando, dos circunstancias que benefician a Cantabria. El blanco es la respuesta a la dictadura de la cerveza y del agua con gas. Cantabria tiene buenas condiciones para elaborar blancos con un determinado perfil. Solo hay que darse cuenta que todas las grandes bodegas han puesto el foco en el norte, en Galicia. ¿Por qué no en Cantabria? El turista quiere probar vinos locales, esa es otra oportunidad, como lo son los espumosos, en una franca progresión.