La Violeta, propuestas atractivas en la periferia de la ciudad

En su 15ª temporada hay novedades en la carta y el menú asegura buena relación calidad-precio

José Luis Pérez

Santander

Sábado, 26 de agosto 2023, 17:14

Las dificultades que tienen las ciudades para poder aparcar, y más en época estival, representan una oportunidad para restaurantes con argumentos de interés ubicados en ... la periferia. Pero no sirve con que tengan un cómodo y gratuito aparcamiento, deben ofrecer también una cocina atractiva y una buena relación calidad-precio. En este contexto se posiciona La Violeta, en Santa Cruz de Bezana, un establecimiento con estilo y personalidad, ubicado junto a la antigua Nacional 611, en un polígono industrial en el que hace 15 años Santiago Revuelta convirtió una nave en un acogedor espacio dotado de una terraza que en breve se va a renovar.

Aquí Santiago y Elsa González, responsable de sala, proponen una carta equilibrada, con algunas novedades con la incorporación de Gabriel Vázquez (antes en La Surfería, Suances)al equipo de cocina, una materia prima seleccionada y un menú del día atractivo tanto para quienes trabajan en la zona como quienes circulan por aquí, apenas de diez minutos del centro de Santander. Además, La Violeta cuenta también con un servicio de comida para llevar a partir de la recogida en el establecimiento.

El menú de diario tiene un precio de 18 euros y se sirve de martes a viernes, salvo festivos. Consta de una única propuesta de primero, segundo y postre o café, incluyendo copa de vino (Pico Jaro, de Sierra del Oso), caña de cerveza, agua o refresco.

El menú cambia cada día y para comenzar, a modo de ejemplo, se puede encontrar una sabrosa ensaladilla rusa, una periñaca, una ensalada de tomate de Liencres, una ensalada de frutas, una ensalada césar, una gyozas..., y cuando llega el invierno, no faltan platos de cuchara, potajes...;y para el segundo plato unos días hay secreto ibérico de Joselito, que puede ir acompañado de una salsa teriyaki y presentado sobre un cremoso puré de patata, o cachopines caseros, panceta ibérica con un toque picante, entrecot, bocartes, rueda de bonito o lirios... Los postres son caseros, como una crema fría de café.

Sin estridencias

En la cata se mantienen especialidades de contrastada aceptación por la clientela como las albóndigas de tudanca, pero se han incorporado novedades en la línea de la casa y sin estridencias ni revoluciones. Es el caso del tataki de atún rojo; el ceviche de lubina, merluza o atún; la panceta ibérica; la costilla picante; el arroz balinés de tierra y mar;las gyozas;las patatas en dos salsa; el magret de pato...; y de pescado, lo de temporada, el bonito en rueda y los bocartes.