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Cantabria cada vez está más lejos del objetivo del plan de choque de reducir la lista de espera de la dependencia, según el informe realizado desde la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que cifra en 110 las personas fallecidas este año sin ... ver reconocida su prestación. Hasta 77 de ellas murieron en lo que denomina la organización el 'limbo de la dependencia', es decir, esperando a recibir la ayuda concedida, y otras 33 personas lo hicieron en un estadío incluso anterior, sin llegar a tener valorado su grado de dependencia. «La burocracia» se señala como parte del problema, que lleva a que las listas de espera sean cada vez más largas.
Exponen que en la región hay un 44,4% más de personas dependientes este año que el pasado, lo que supone el segundo aumento más pronunciado del país, solo superado por la Comunidad Valenciana. En total, hay 1.261 personas en Cantabria en espera de recibir su prestación por dependencia y la situación en todo el país no es halagüeña, ya que solo dos comunidades autónomas registran menos personas en la cola respecto al balance anterior, que son Aragón y Galicia.
44%
es el aumento de personas en situación de dependencia esperando su prestación respecto al año pasado. Son 1.621.
En el caso de Cantabria, no solo ha aumentado el número de personas en lista de espera, sino que además se trata de la única región donde no se ha mantenido la tasa de reposición, disminuyendo el número de personas beneficiarias. Un hecho que para José Manuel Ramírez Navarro, presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, tiene su responsabilidad en ambos gobiernos cántabros, el entrante y el saliente, ya que el presupuesto destinado a dependencia se contrajo el pasado año en 9 millones de euros. «Cuando sacamos los datos y nos damos cuenta de que es la única que no ha mantenido la tasa de reposición, eso quiere decir que hay un escenario de ruina en la dependencia» en la comunidad cántabra, ya que en la actualidad hay menos personas con una prestación por este motivo que hace un año, ya que al fallecer alguien que sí tenía adjudicado un servicio o ayuda, ésta no ha pasado a otra personas en la lista de espera.
«El escenario planteado por el Gobierno cántabro es el de un trato inmisericorde para las personas en situación de dependencia que se encuentran en espera», añade Ramírez. A juicio de la asociación estas cifras son reflejo del fracaso del «objetivo del Ministerio de Derechos Sociales y que no se aproveche la oportunidad del importante incremento presupuestario comprometido en este objetivo» para reducir las listas de 629 millones de euros a repartir entre los gobiernos autonómicos. Al Gobierno actual le pone deberes, porque «tiene que revertir la tendencia negativa, y no se puede permitir que cuando hay una inyección económica y extraordinaria, haya una comunidad que incremente la cola de espera y ni siquiera mantenga las tasas de reposición», abunda el presidente de la organización. Señala asimismo que «existe una dejación porque hay un interés perverso en 'hacer caja' en lugar de atender a las personas que lo necesitan» lo que genera, a su juicio «un mayor sufrimiento en las personas más vulnerables».
La nueva consejera de políticas sociales, Begoña Gómez del Río, llega dispuesta a mejorar la situación de la dependencia en Cantabria. Según sus cuentas, la lista de espera para residencia (el recurso con más demora) se limita a una treintena desde que se introdujo, en octubre, la libre elección de centros por parte del usuario –hay otros 232 expedientes en tramitación para acceder a un centro residencial–. Pero destaca que «ahora no se excluirá a ningún dependiente del sistema si rechaza la plaza que se le oferta, como ocurría la pasada legislatura».
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