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Este año, a unos días de despedirlo definitivamente, se han perdido 17.861 primeras consultas con médicos especialistas porque el paciente no ha acudido, pero tampoco ha avisado de que no iba a ir –pasa cada día de media 72 veces, sin contar revisiones ni ... citas sucesivas–. El dato a secas puede que no diga gran cosa. Salvo si se pone en relación con la lista de espera para consultas externas, en la que había al cierre de noviembre un total de 38.565 personas. Conclusión: las citas en blanco es un volumen equivalente al 46% de las personas que aguardan su turno para ser vistos por primera vez por un especialista. En otras palabras, de no haber habido ese 5,7% de 'plantón' en las consultas iniciales previstas en los hospitales del Servicio Cántabro de Salud (SCS), la relación de los que esperan sería menos abultada.
Como explican desde la Consejería, «un paciente que no acude a la cita programada genera una salida de la lista sin actividad cuyo hueco no puede ser aprovechado por otra persona que está en espera» –avisando con tiempo, se podrían haber reprogramado esos minutos–.
A eso se añade la posibilidad de que el paciente que ha faltado, ya sea por olvido, confusión o contratiempo, vuelva a solicitar cita, generando «otra entrada en la lista inadecuada respecto a la demanda y frecuentación». También puede haber quien no asiste porque decidió que le viera un médico privado, que es otro motivo posible cuando los tiempos por delante se alargan durante meses. Y ahí tampoco es habitual llamar para cancelar la cita en la sanidad pública. Pero Sanidad se conforma con mantener el absentismo por debajo del 6%. Sin embargo, a la hora de analizar las inasistencias por especialidades, hay varias que lo superan. Así, por ejemplo, llama la atención las veces que el paciente no acude a su cita con el psiquiatra, ya que ocurre en un 11,5% de los casos. Hasta 2.427 consultas de Psiquiatría se han perdido a lo largo de este año. Le siguen, por este orden: Dermatología (7,8%), Obstetricia y Ginecología (6,7% y 6,8%, respectivamente), Otorrinolaringología (6,7%) y Neurología (6,4%). En el otro extremo, el servicio con menos 'plantes' es el de Cardiología, con un 4,3%, que se traduce en 616 pacientes que no se presentaron el día de su cita con el cardiólogo, doce a la semana.
En Atención Primaria las consultas perdidas por absentismo de quien las solicita se eleva este año al 8%, que teniendo en cuenta el volumen de pacientes que pasan por la red de centros de salud de Cantabria suponen nada más y nada menos que 2.000 turnos en blanco cada día, de ellos 367 con médicos de familia. Y ahí van los datos de los que sale la cuenta: desde enero hasta el 18 de diciembre (fecha de corte) el número de consultas no realizadas ascendía a 469.639 respecto a las 5,3 millones de las atendidas en total. El mayor volumen de ausencias la ha sufrido el personal de enfermería, con 297.334 citas fallidas (un 14%). En el caso de los médicos, hasta en 90.134 ocasiones registraron la incidencia de que el paciente no se había presentado, aunque esa cifra representa apenas un 3,3% de la actividad global.Así, este año se han contabilizado más de 2,6 millones de consultas. Y similar es la proporción de inasistencias en Pediatría, con un 3,8%, que suponen 15.865, frente a las 397.197 consultas atendidas. Por categorías profesionales, donde se observan más citas perdidas, además de las referidas a enfermería, es en la programación de los psicólogos (15,6%), higienistas dentales (15%), fisioterapeutas (11%) y matronas (9%).
La mayoría de negativas son de Traumatología y Ortopedia
Los últimos datos de la lista de espera quirúrgica del SCS (noviembre) apuntaban que eran 17.524 los pacientes pendientes de ser operados. Y en ese mismo informe de situación constaban 1.567 personas en situación de demora tras rechazo de centro alternativo para su intervención. Es decir, pacientes a los que se les ofreció la derivación a un centro concertado para salir de la lista de espera pero que respondieron con una negativa, porque prefieren ser operados en la sanidad pública. Aunque eso implique tener que esperar más (al decir 'no' pierden el turno y pasar a otra lista distinta). Y por esa situación han pasado este año casi 3.500 cántabros (3.457 para ser exactos, según la documentación facilitada por el SCS a preguntas de este periódico).
Cabe recordar que esa derivación no está disponible para todos los procedimientos quirúrgicos ni para todas las especialidades, sino que se limita a los lotes incluidos en el acuerdo marco, renovado el pasado mes de abril después de un año dando vueltas por los fallos detectados en el pliego de la primera licitación que obligó a reiniciar todo el proceso desde el principio. Entonces, el Hospital Santa Clotilde se confirmó como el receptor principal de los pacientes remitidos desde Traumatología y Ortopedia (el grueso del contrato), quedando como segundo adjudicatario, con un 20% de la actividad derivada, Quirón. Al ser la especialidad que mueve mayor volumen de pacientes, también es la que acumula más negativas: 1.984.
En los casos de Oftalmología y Cirugía General, que también están concertados con Santa Clotilde, la cifra de pacientes que han declinado ese desplazamiento es de 644 y 479 respectivamente; mientras que los casos derivados desde Cirugía Vascular o para intervenciones menores de Urología tienen a Quirón como destinatario. Entre ambas, suman 329 negativas. Aunque la intención de Sanidad era concertar también intervenciones de Otorrinolaringología, Cirugía Maxilofacial, Cirugía Plástica, Ginecología y Urología para aliviar las listas de espera, no pudo ser porque esos lotes quedaron desiertos.
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