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Cantabria está a punto de dar por extinguidos todos los incendios forestales que han tenido en vilo a varias localidades cántabras a lo largo de los últimos días -sobre todo el sábado- y que han dejado una huella negra en montes y bosques de la ... comunidad autónoma. En estos momentos, y según revela el último parte remitido por el Gobierno cántabro, solo queda un fuego activo, pero ya controlado, en Dobres (Vega de Liébana). El hecho de que esté controlado significa que su extinción ya está próxima y que «su perímetro ha quedado delimitado».
Solo en el mes de abril, que apenas cumple una semana, Cantabria ha registrado 90 incendios provocados, 78 de los cuales se han producido este mismo fin de semana, concretamente, desde última hora de la tarde del viernes. Los fuegos han afectado a once de las trece comarcas cántabras. Y más allá de que el viento sur haya servido de acicate al fuego, la consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, ha asegurado que no puede descartarse «que hayan sido intencionados». La consejera ha destacado que los cerca de 200 profesionales desplegados por la comunidad para luchar contra el fuego, «que conocen el terreno» al dedillo, se han encargado de «salvar lo que otros incendian», y más ahora que las quemas en Cantabria «están prohibidas», ha subrayado.
La consejera ha confirmado, además, que los fuegos solo han provocado «daños en algunos bienes», en referencia al camping de Sopeña o a la ganadería de La Busta. Esos focos «ya están totalmente extinguidos», ha certificado Urrutia.
Los 200 efectivos mencionados por la consejera han trabajado durante toda la noche del sábado en las labores de extinción de las llamas. La región amaneció el domingo con trece focos activos y otros once controlados en distintos puntos del territorio. A mediodía, la situación mejoraba notablemente, con solo tres fuegos en activo en Ribamontán al Mar, Arenas de Iguña y San Pedro del Romeral, y otros tres ya controlados en Luena, Vega de Liébana y Valdeprado del Río. Y la última actualización del Gobierno, de este lunes a primera hora, invita a la esperanza ya que solo resta un único fuego controlado.
Ha habido dos factores clave en la mejoría que ha experimentado hoy la situación en Cantabria: la intensa labor del Operativo de Lucha contra Incendios Forestales y el cambio en la meteorología. El viento ha cambiado -no es de componente sur- y se preveía lluvia en la comunidad autónoma durante el domingo. De hecho, a mediodía, el mapa de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mostraba una región cubierta por las nubes y una lluvia fina.
A pesar de la mejoría y a la espera de la evolución del fuego, que el sábado mantuvo en vilo a diferentes poblaciones de Cantabria, el Gobierno autonómico mantiene activa la fase de premergencia del Infocant «dado el riesgo de nivel amarillo que aún se prevé para el lunes y el nivel máximo de alerta del Operativo de Lucha contra Incendios Forestales».
El Gobierno puso en marcha esta fase de premergencia después de la durísima jornada del sábado, cuando el fuego alcanzó a un camping de Sopeña, causó daños en una ganadería e, incluso, interrumpió la circulación ferroviaria a la altura de Casar de Periedo (Cabezón de la Sal).
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El tráfico ferroviario, que fue cortado por la cercanía de los focos a la estación de Casar de Periedo, ha sido reactivado y los trenes circularon este domingo con normalidad. Adif informó, sobre las 20.00 horas, que, «a petición de Policía Local», se suprimían los trenes entre Puente San Miguel y Cabezón de la Sal, fijándose un «plan alternativo de transporte por carretera». Una vez restablecido el tráfico ferroviario, el primer tren se ha puesto en circulación poco después de las seis de la mañana.
El operativo profesional que ha puesto freno al fuego en este fin de semana aciago lo componen técnicos del Medio Natural, bomberos forestales y la central de emisoristas de la Dirección General de Montes y Biodiversidad, que han estado apoyados por técnicos de Protección Civil del Gobierno de Cantabria, bomberos y la Sala del 112, así como agrupaciones municipales de protección civil. Además, hoy han vuelto a contar con el apoyo del helicóptero la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) con base en Jaedo, Ruente, para actuar en el incendio de Sarceda (Tudanca).
Aún con «un poco de susto en el cuerpo», José María Mier atendía a este periódico. Desde las siete menos cuatro de la mañana estaba pendiente de la progresión del fuego que acabó quemando la zona de almacenaje del Camping El Molino de Cabuérniga, del que él y su familia son propietarios. Las llamas calcinaron un 'quad', varias bicicletas y materiales de obra. El mayor alivio fue que el fuego no se acercó a la zona de acampada, donde los usuarios seguían disfrutando de la naturaleza.
Peter y Jessica Burt, pareja británica alojada en el camping, apenas se habían enterado de lo ocurrido, como le pasó a buena parte de los usuarios de las instalaciones. «Solo hemos escuchado las sirenas de los bomberos». Sin embargo, Adrián Sainz sí fue consciente del peligro de las llamas. Avisado por los vecinos, el párroco de la Iglesia de San Miguel, en La Busta (Alfoz de Lloredo), acudió a primera hora de la tarde al templo, amenazado por el fuego. «Es inaceptable que por la mala intención de alguien se destroce el patrimonio de un pueblo», lamentó Sainz, que recordó que la iglesia, que acaba de rehabilitarse, «no es solo lugar de culto, sino también de eventos culturales».
El de Sopeña (Cabuérniga) fue uno de los 28 incendios forestales registrados ayer en Cantabria, que cerró la jornada con 25 de ellos en activo.
Las llamas también rondaron una vivienda cercana, la de Tomás Revuelta, que no podía ocultar su enfado. «Solo se me ocurren pecados», acertó a decir. Bomberos y vecinos le ayudaron a frenar el fuego, y a poner a salvo un hermoso roble, «que es una joya».
Era también evidente la frustración del propietario de una finca ganadera de La Busta, donde las pavesas de un incendio prendieron en la estructura, cubierta de plástico, en la que almacenaba el alimento de sus animales. Elías Cobo y su hijo se entregaron a fondo para salvar la finca y la maquinaria de las llamas, aunque las pérdidas pasan, al menos, por un remolque y toda la hierba que tenía almacenada. De no haber estado al pie del cañón y contar con los bomberos del 112 y los vecinos, la cosa hubiera terminado peor. «Empezamos a cortar fuego, a sacar la maquinaria y ha habido siete tractores echando agua, y los bomberos también», apuntó Cobo, visiblemente afectado.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), para hoy se prevén cielos nubosos o cubiertos, que irán disminuyendo a intervalos nubosos, y lluvias y chubascos que ocasionalmente podrían ir acompañados de tormenta. Un pronóstico que puede ser favorable para frenar la oleada de incendios.
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