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MARIANA CORES
Jueves, 22 de enero 2015, 09:46
El Carnegie Hall de Nueva York, la Casa Blanca, en Whashinton; el Hollywood Bowl de Los Ángeles, el Teatro de los Campos Elíseos de París y los mejores teatros de Europa y de España. Estos fueron algunos de los escenarios que la bailaora y cantaora gitana Camen Amaya ( 1918-1963) conquistó con su arte. Ayer, el Gobierno de Cantabria y la Asociación de Mujeres Gitanas de la región celebraron en el Palacio de Festivales una gala para ensalzar la figura de la mujer gitana, en la que se homenajeó a esta gitana romaní junto a la presidenta de la Asociación de Mujeres Gitanas 'Albore', Rosalía Vázquez Barrull, quien recibió una distinción por parte del presidente del Gobierno de Cantabria, Ignacio Diego.
El acto estuvo presentado por el periodista Jesús Mazón, pero antes, un Palacio abarrotado por más de 1.500 personas, fue escenario de la la conferencia ofrecida por el periodista Carlos Herrera, para más tarde acompañar con sus palmas al grupo de la bailaora María Jiménez, en el que también participó con su baile el pequeño Santi, que, con siete años, recibió una larga ovación del público.
Para rendir tributo a la cántabra Rosalía, impulsora de la desaparición del poblado gitano de La Albericia y su reubicación en pisos, y a la «volcánica» Carmen Amaya (como la definió Herrera) y cuyos restos descansan en el cementerio santanderino de Ciriego, también se subieron al escenario los 'televisivos' cántabros, David Barrull y Aarón Barrull (ganadores de 'La Voz' y 'Pequeños Gigantes', respectivamente), momento en el que público 'se vino arriba'.
Durante su intervención, Vázquez animó a seguir luchando «hasta el último aliento» por la visibilidad de la mujer gitana, para que «se nos reconozca nuestro talento», como con anterioridad tuvieron que hacer «las mujeres payas». Ahora, agregó, «el camino que habéis hecho nos sirve a nosotras». Tanto unas como otras «somos mujeres, y como tales, debemos de trabajar juntas».
Pero en lo que más insistió esta mujer que ahora representa a las gitanas de toda España desde Madrid, fue en la idea primordial de que tanto las chicas como los chicos estudien y que no se queden «solo en aprender a leer. ¡Tienen que ir a la universidad! La ignorancia no nos hace más gitanas, sino más tontas», sentenció.
Afirmó que el cambio tiene que venir de «nosotras mismas, ya que somos quienes educamos a nuestros hijos y quienes les tenemos transmitir los cambios. Nuestro pueblo nos necesita». Y se preguntó: «¿Por qué aparcar los conocimientos? ¿Porque dejaremos de ser gitanas? ¡Pues no!». El último mensaje fue para los hombres. «También ellos tienen que cambiar su mentalidad», concluyó.
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