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héctor Ruiz
Sábado, 8 de agosto 2015, 13:16
El zoo está lleno de niños que se asoman tras la cristalera. Un recinto con troncos y zonas verdes donde los orantutanes saltan de un lado a otro, juegan, comen y hasta parece que dialogan a ratos. El incansables es el más pequeño, se le queda pequeña esta 'casa' entre cristales. Pero la protagonista estos días es Victoria y los adornos y guirnaldas avisan de que va a haber fiesta. Y ella es consciente, los cuidadores sienten que está nerviosa sabe que es su cumpleaños porque llegan las cámaras y hay una tarta de frutas.
Cuando Victoria nació el 8 de Agosto de 2005 supuso un gran éxito para el Zoológico de Santillana del Mar. Es por ello que su nombre resuena a triunfo. La recién nacida representaba la segunda generación de orangutanes de Sumatra nacidos en España y, en consecuencia, reflejaba el duro esfuerzo de los cuidadores para lograr que esta especie hiciera de ese centro su hogar.
De los 156 ejemplares que viven en zoológicos de toda Europa, seis se encuentran en Santillana. Es por eso que Victoria forma parte de una especie muy singular. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) los orangutanes se encuentran en «peligro crítico», pues en libertad solo quedan unos 7.300 individuos. En cautividad, la población mundial es de un total de 239.
«Nosotros tenemos todos los de Sumatra nacidos en España. De Borneo, que es más común, hay en otros lugares como Barcelona. El 4% de Europa los tenemos aquí, lo que supone mucha responsabilidad y satisfacción, explica con una sonrisa de orgullo José Ignacio Pardo de Santayana, dueño y director del Zoológico y centro de cría de animales en peligro de extinción de Santillana.
Ante esta realidad, no es de extrañar que Victoria fuera tan esperada, y que diez años después se siga recordando y celebrando el día que llegó al mundo. El problema se presentó cuando su madre -María-, nada mas alumbrar, no supo cómo cuidar de su cría. Su inexperiencia se lo impedía. Es por ello que los cuidadores debieron tomar la decisión de empezar a criarla a biberón. De ello se encargaron principalmente José Ignacio Pardo de Santayana y su mujer Maribel Angulo. Él confiesa que esta fecha es muy especial: «Para un padre adoptivo como yo, que le ha cambiado los pañales, le ha dado besos y biberones, este es un día importante. Es lo más parecido a una hija que tuve hasta entonces».
Llegado el momento, Victoria debía regresar con los suyos, por lo que fue necesario poner en marcha un plan de reintroducción llamado Proyecto Pongo. «Fue un proceso complejo y divertido, porque lo que crías a biberón lo tienes que convertir otra vez en orangután», explicaba Pardo de Santayana. Dicho plan duró tres largos años en los que Victoria debía de ir habituándose a su nueva vida, al mismo tiempo que su familia debía acostumbrarse a ella.
Ahora, es una más y comparte hogar junto a cuatro miembros más: su hermana Juliana; otra hembra adulta llamada Tuah, Nuba, una cría de cinco años y Duhulu, un macho joven traído desde el Zoo de Zúrich para convertirse en la nueva pareja de Victoria. Si todo sale según lo planeado, serán padres para el año que viene. «Estamos cruzando los dedos porque el año que viene queremos tener un bebe. Sería la tercera generación de orangutanes de Sumatra nacidos en España», reconocía José Ignacio Pardo de Santayana con emoción.
Mientras, Victoria disfruta de su día. Habrá regalos y lo sabe, pero como todos los años ellas será la primera en recibirlos y luego los compartirá con su hermana y compañeros de juegos.
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