Las carreteras se cobraron 16 vidas el pasado año, cinco de ellas peatones

Volviendo a la región, las cifras hechas públicas ayer por el Ministerio del Interior ponen de relieve el aumento de atropello de peatones tres más que en 2014. De los cinco siniestros contabilizados por Tráfico, el que más conmoción produjo en la región fue el sucedido en octubre en Liérganes cuando un Peugeot 3008 de color gris oscuro, conducido por un hombre de 73 años, arrolló a cuatro vecinas que en esos momentos paseaban por el barrio de La Rañada. Dos pudieron contarlo, pero María del Carmen Gutiérrez Alonso (82 años) y Luisa Gómez Acebo (79) murieron en el acto.

Otro dato preocupante es que la mayoría de los siniestros mortales se debieron a salidas de vía. Un coche que perdió el control en una curva en Villafufre, un vecino de San Vicente de la Barquera que empotró su vehículo contra un puente,... y así hasta siete casos.

Aunque no concentran la mayoría de los accidentes mortales, las motos y las bicis no se han librado de entrar en esta lista un año más. Hubo un ciclista que perdió la vida al ser atropellado por una furgoneta entre Barros y San Felices de Buelna. En cuanto a las dos ruedas, las estadísticas de Tráfico contabilizan cuatro motoristas fallecidos porque en el siniestro que se produjo en julio en San Cibrián, en el que perdieron la vida dos jóvenes que circulaban con una scooter, el muchacho que iba como paquete perdió la vida en el hospital después de que pasaran 24 horas del siniestro.

En el balance de los datos, los responsables de la DGT en Cantabria destacan la mayor seguridad de las autovías frente a las carreteras convencionales. Solo se produjo un accidente mortal en las vías rápidas.

Sin embargo, lamentan el incremento de peatones fallecidos de tres a cinco en un año. «Es una cifra de muertos muy similar a la del año pasado que se ha visto aumentada desgraciadamente por dos siniestros que han provocado cuatro muertos», explica José Miguel Tolosa, jefe provincial de Tráfico, en referencia al atropello de dos señoras en octubre en Liérganes y a la muerte de los dos jóvenes que se estrellaron este verano en San Cibrián con un moto.

A pesar del «ligero» incremento, dos muertos más, Tolosa se queda con la evolución que estas trágicas cifras han experimentado en la última década en la región. «Desde que en 2006 se puso en marcha el carné por puntos el número de muertos ha experimentado una caída bastante significativa».

Pero «como siempre que hay muertos nunca se puede hablar de balance positivo», el responsable de Tráfico en Cantabria reclama una «erradicación absoluta» del uso de los teléfonos móviles mientras se conduce.

Tolosa también condena en su mensaje los excesos de velocidad, y el consumo de alcohol y drogas entre los conductores porque cree que también están detrás de los accidentes que se cobran vidas en las carreteras. Una causística en la que no quiere olvidar la influencia del aumento, en un 4%, del número de coches que circulan por las carreteras españolas, así como el envejecimiento experimentado por el parque móvilde vehículos.