La guerra Vueling-Ryanair vuelve a solapar los dos aviones a Barcelona

Las compañías aéreas que operan en el aeropuerto Seve Ballesteros-Santander están dando a conocer su programación para la temporada de verano, que en el sector comienza a partir del 21 de marzo. La irlandesa Ryanair ya ha confirmado que suprimirá seis de las dieciséis rutas que tenía durante la temporada alta de 2015 y la española Vueling acaban de cerrar su calendario de vuelos a Barcelona, y las noticias no son muy positivas para los viajeros cántabros.

Ambas han decidido establecer sus salidas desde el aeródromo de Parayas con media hora de diferencia, por lo que sus aviones quedarán solapados y se limitarán las opciones de los usuarios. Es decir, que la persona que quiera desplazarse hasta la capital catalana podrá escoger entre los billetes de una u otra aerolínea, pero las condiciones en cuento a horarios y precios serán muy parecidas. «Es una guerra total y abierta entre las compañías y, en la práctica, este anuncio significa que no habrá alternativas. Es inútil que haya dos vuelos diarios si es de esta forma. Lo que están haciendo es reírse de la gente», explica Manuel Diego, miembro de la Asociación Amigos de Parayas.

La situación parece ideal para los usuarios, que, en teoría, se beneficiarían de precios más bajos. Pero la realidad es que se reducen las frecuencias y la libertad de elección de los viajeros es menor. Un ejemplo: los martes, como el próximo 12 de abril, Ryanair saldrá de Santander hacia la ciudad condal a las 13.10 horas, mientras que Vueling lo hará a las 13.55 horas. Con solo 45 minutos de diferencia y precios muy similares: 19,90 y 24,99 euros, respectivamente. Todos los miércoles, jueves y domingos hasta septiembre se repetirá una situación casi idéntica. El resto de días de la semana (lunes, viernes y sábados) habrá tregua, ya que solo aparecerá en los paneles de salida una de las dos aerolíneas.

Estas naves tendrá capacidad para 180 y 189 pasajeros. En total, 369 plazas que «difícilmente podrán cubrirse». En la Asociación Amigos de Parayas creen que el despropósito no se queda en la coincidencia horaria, ya que consideran que programar un vuelo en torno al mediodía reducirá la demanda. «Si alguien quiere viajar a Barcelona para hacer un trámite en el día no puede coger este vuelo. Los empresarios y las personas que hacen negocios deberían quejarse, al igual que el resto de cántabros. No entendemos cómo la Cámara de Comercio o el Gobierno regional no dicen nada», afirma Diego. Aunque durante los meses de invierno este solapamiento no es tan evidente, en la asociación cuentan que la lucha entre Ryanair y Vueling ya está teniendo consecuencias. Muchos potenciales usuarios del aeródromo regional ya prefieren ir a Bilbao por sus frecuencias «más coherentes». Es por eso por lo que piensan que el Gobierno regional, que aunque no ha firmado acuerdos sobre estas rutas concretas sí tiene convenios con ambas compañías, debería mover ficha y defender el interés de Cantabria.

Conflicto habitual

No es la primera vez que se da una situación similar en el Seve Ballesteros. Históricamente, las compañías han aprovechado que están en un aeropuerto pequeño para pelearse por los clientes de un mismo destino. «En los grandes no pueden, porque al haber más de dos empresas o más de un vuelo diario, el cliente tiene la sartén por el mango», apuntan en la Asociación Amigos de Parayas.

Lo del próximo verano es un calco de lo que ya ocurrió en el anterior con los viajes a Barcelona. Entonces, el Ejecutivo se pronunció. «Aunque las compañías son soberanas, intentaremos solucionarlo», dijo el consejero de Turismo, Francisco Martín, recién llegado al cargo. Años antes, cuando Ryanair aterrizó en Parayas, también hubo este problema con la ruta a Madrid.