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Ana del Castillo
Miércoles, 20 de enero 2016, 16:57
El nuevo Congreso de los Diputados es lo más parecido al camarote de los hermanos Marx. Corbatas, rastas, bebés lactantes y selfies. Una convivencia nueva y obligatoria que no ha comenzado con buen pie. Primero las críticas a la diputada de Podemos, Carolina Bescansa, ... por presentarse en su lugar de trabajo con su vástago, y después al canario, también del partido que lidera Pablo Iglesias, Alberto Rodríguez, ya conocido y bautizado como Jack Sparrow por lucir rastas.
Sobre este último habló la vicepresidenta del Congreso y diputada por el Partido Popular, Celia Villalobos, que con su habitual verbosidad dijo: "A mí me da igual que lleven rastas, pero que las lleven limpias para no pegarme piojos". Sus declaraciones encendieron a la comunidad rastafari que no tardó en mostrar su rechazo.
Sin embargo en Cantabria se lo toman con humor. "La verdad es que no me afecta. Cuando me lo dijeron me eché a reír", dice Chena, propietario del Black Bird Club y conocido también por sus características, largas y mimadas rastas.
Lejos de sentirse ofendido, Chena explica que en la tolerancia se encuentra la solución a los rifirrafes políticos. "Está bien ir rapado, con el pelo de colores, con rastas, con gomina... Lo importante es sentirse bien", apunta y bromea añadiendo que, "con suerte, vuelven a ponerse de moda".
"A mi la verdad es que me ofende el comentario", dice una peluquera del centro de Santander que prefiere no dar su nombre. Llevó rastas durante muchos años y, aunque reconoce que la gente que las lleva se lava menos el pelo "porque se deshacen", asegura que no tiene nada que ver el peinado con la higiene. "Es más, los piojos van a los cabellos limpios, no a los sucios", puntualiza.
En su peluquería se hacen rastas desde hace años, "ayer mismo hice tres" y hay de todo, como en todas partes, "unos las llevan sucias y otros limpias". El diputado de Podemos Alberto Rodríguez, por ejemplo, "las lleva muy limpias y muy bien cuidadas".
Una filosofía similar aplicaba en vida Bob Marley: "No soy perfecto y no vivo para serlo, pero antes de empezar a señalar, asegúrate de tener tus manos limpias". La réplica de otro diputado con rastas, Miguel Ardanuy, fue mucho más acusatoria que las bonitas palabras del rey del reggae.
Y no fue el único comentario dirigido a la diputada popular. Las redes sociales le devolvieron el 'zasca' sin tardar:
Incluso alguno le dedicó a Villalobos canciones para que se libere de su "esclavitud mental" de la que hablaba Bob Marley en Redemption Song.
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