Un vecino de Torrelavega devuelve 27.000 euros que el banco le entregó de más

El director de una entidad bancaria no podía salir de su asombro cuando recibió a un cliente al que por error su banco le había regalado 27.000 euros. Rodrigo Ruiz sí lo hizo y piensa que algo que puede considerarse como «extraordinario» debería ser una práctica habitual. Ruiz es el gerente de la firma Interactivaclic, ubicada en Torrelavega, una pequeña empresa a la que seguramente le habría venido bien este dinero.

El protagonista de esta historia fue a su banco para sacar en metálico una cantidad que, a su vez, debía ingresar en otra entidad bancaria, también de Torrelavega. En ventanilla pidió el dinero que necesitaba prefiere no desvelar cuánto y el cajero se lo entregó en un sobre: «La verdad es que no lo conté, supuse que estaba bien, firmé el recibo bancario por la cantidad que yo había pedido». Con este dinero en el bolsillo se fue a hacer un ingreso en otro banco, rellenó el impreso y dejó el sobre para que lo contaran. «A los pocos minutos me llamó el director por teléfono y me dijo que le había dejado 27.000 euros de más. Le respondí que era imposible, pero insistió en que fuera a la oficina a comprobarlo». Y en efecto, Rodrigo Ruiz que tiene 33 años, está casado, dos hijos y una hipoteca comprobó que tenía nada menos que 27.000 euros de más en sus manos.

«Me parecía una situación surrealista. Jamás pensé que esto me pudiera ocurrir», pero no lo dudó ni un momento y se fue con los miles de euros de regalo a devolverlos. El director del banco que le había dado los 27.000 euros de más, no se lo podía creer. «La verdad es que hasta yo mismo estaba asustado, iba por la calle con el dinero en el bolsillo y miraba pensando que había una cámara indiscreta y que alguien me estaba gastando una broma».

Lo cierto es que este hombre podía haberse quedado con el dinero ya que firmó por la cantidad requerida y se lo llevó en metálico, «pero ni se me ocurrió. Es verdad que para la empresa nos hubiera venido muy bien pero prima ante todo el buen hacer y los valores. Somos gente honesta y humilde y no se nos pasó por la cabeza quedarnos con ello». Los 27.000 euros eran «una golosina caída del cielo, pero la dignidad no está a la venta, es mi forma de ser pese a que haya gente que se extraña del hecho». Rodrigo está contento el puesto de trabajo del cajero habría quedado en entredicho «y además duermo tranquilo». El banco que recuperó este dinero se lo ha agradecido mil veces «y me han dicho que tendrán un detalle».