El acusado del crimen de Caloca se sentará el lunes en el banquillo

Dos años y medio después de que el cadáver de María Cruz Gutiérrez apareciera cosido a puñaladas en una pista forestal que une las localidades de Caloca (Pesaguero) y Casavegas, en el municipio palentino de La Pernía, su compañero sentimental responderá del crimen ante un jurado popular. El juicio dará comienzo este lunes con la selección del tribunal, nueve titulares y dos suplentes, todos ellos legos, y después continuará con la declaración del procesado Juan Carlos Pérez Vejo, de 49 años, que se enfrenta a penas de entre 15 y 20 años de prisión.

El procesado, que se encuentra en prisión desde su detención el 23 de septiembre de 2013, admite haber matado a su pareja tras un ataque de celotipia, pero en su descargo esgrime que lo hizo bajo los efectos del alcohol y las drogas. Con esa atenuante, su abogado cree que el acusado no merece más condena que diez años de cárcel.

Pero ese no es el criterio del Ministerio Fiscal, ni mucho menos de la familia de la víctima y del Gobierno regional, que ejerce la acción popular en este caso de violencia de género. El fiscal le imputa un delito de homicidio por el que solicita 15 años de prisión y un total de 230.000 euros de indemnización para los familiares directos de la fallecida. Pero tanto la familia como la Administración mantienen que la muerte de María Cruz fue un asesinato, la calificación más grave que recoge el Código Penal, porque el procesado apuñaló «por sorpresa» a la víctima, a la que no permitió defensa alguna, por lo que elevan a 20 años la pena de cárcel para su verdugo.

En su escrito de acusación el fiscal sostiene que Juan Carlos Pérez, mantenía desde 2010 una «relación de pareja estable» con María Cruz, que tenía 44 años cuando murió. En unas ocasiones vivían en el domicilio de ella, en Barrio (Vega de Liébana) y otras veces en la casa de Caloca que el acusado compartía con su madre. El día de autos, el 18 de septiembre de 2013, nada hacía presagiar el crimen. La pareja se fue a cenar al restaurante Polaciones (en La Laguna, Polaciones), y a las 22.30 horas, cuando terminaron, se fueron en el coche de María Cruz rumbo a una pista forestal que une Caloca con Casavegas (La Pernía, en Palencia) para ver y oír la berrea. Pero los celos se cruzaron en la oscuridad de la noche. Apenas asomaba la madrugada, a la una, pararon el coche en un paraje conocido como 'La vuelta del Rozo', y una discusión motivada por los celos de Juan Carlos derivó en el terrible crimen. En un momento dado, el acusado «cogió del interior del vehículo un objeto cortante de hoja plana, una navaja o cuchillo», con el que asaeteó el cuerpo de María Cruz, hasta 12 puñaladas contó el forense en el cuerpo de la víctima, que le causaron la muerte no de forma instantánea, pero sí de manera rápida. Tras la agresión, Juan Carlos arrastró el cuerpo inerte hasta el límite de la pista forestal, en dirección a Caloca, y lo tiró entre la maleza. Allí permaneció hasta que unos excursionistas se dieron de bruces con el cadáver al día siguiente sobre las 11.30 horas de la mañana. Según el fiscal, tras abandonar el cuerpo el acusado cogió el coche de la víctima y se trasladó hasta Santander, donde fue detenido ese mismo día. En sus primeras declaraciones tras ser detenido, Juan Carlos admitió la bronca pero negó el apuñalamiento.