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José Emilio Pelayo
Domingo, 31 de enero 2016, 07:39
Para el presidente del Partido Popular en Cantabria es la hora del «patriotismo» y de «grandes acuerdos» que permitan formar un Gobierno en España que garantice el futuro y dé respuesta nítida al desafío secesionista. Ese fue ayer el pronunciamiento público de Ignacio Diego, en ... lo que fue un nuevo análisis de la situación política de España ante la incertidumbre generada por los resultados electorales.
El líder de los populares cántabros reclamó de todos los partidos «altura de miras» por encima de los intereses partidistas. Según su tesis «la mejor de las soluciones si queremos garantizar un marco de estabilidad que es indispensable para proseguir la recuperación económica» debe pasar obligatoriamente por «un gran acuerdo nacional de las fuerzas constitucionalistas», es decir, un pacto que al menos incluya al PP, al PSOE y a Ciudadanos. Un consenso que Ignacio Diego cree lejano por la «desalentadora posición del partido socialista».
Para los populares ese gran acuerdo es posible como ya lo fue en 1978. Diego estima que deben «relegarse» los intereses personales y de partido porque solo de esa manera se puede combatir a las «fuerzas que quieren la ruptura del Estado». «Es evidente -enfatizó- que amplios sectores políticos, sociales y económicos están alarmados ante la posibilidad de una ruptura de nuestro marco constitucional y sus efectos en la recuperación económica y en la integridad de nuestra nación».
División del PSOE
Según Diego, el PSOE está «claramente dividido internamente entre quienes tienen realmente una visión de Estado y quienes tienen una visión cortoplacista de salvar el pellejo político». Y en base a es misma tesis, Diego sostuvo que esa 'ruptura' del PSOE es la que ha propiciado que se haya negado a «articular una gran acuerdo nacional». Pese a ser escéptico, el líder de la oposición en Cantabria apuntó que «solo cabe esperar -cada vez de forma más desesperanzada- que la responsabilidad y patriotismo, que es evidente en muchos dirigentes socialistas, acabe por imponerse al sectarismo y la ambición personal de Pedro Sánchez, el líder más sectario y más débil que ha dirigido el partido socialista desde la Transición».
Las críticas de Diego también apuntaron a la líder del PSOE cántabro, Eva Díaz Tezanos. Tras afirmar que el partido socialista en Cantabria es «irrelevante», Diego reclamó a Díaz Tezanos que explique por qué un senador del PSOE ha aceptado «un chantaje» y ha permitido su cesión para que una partido secesionista pueda formar grupo en el Senado. Desde el PP se sostiene que esa actitud es «injustificable» e «irresponsable» y muestra que el PSOE cántabro no tiene peso político ninguno ya que su grupo parlamentario ha escogido precisamente para ese trueque «a un senador de nuestra tierra, que por otra parte es una tierra donde el sentimiento de pertenencia a la nación española es casi unánime». Por ello, reitera que Díaz Tezanos debe dar explicaciones a todos los cántabros, porque «ha facilitado unos cuantos miles de votos de ciudadanos que jamás pensaron que al votar al socialismo cántabro estaban votando al independentismo catalán».
Secesionistas y antisistema
Los populares no escatimaron descalificaciones ante el posible intento de propiciar un Gobierno entre el PSOE y Podemos con el apoyo de partidos soberanistas. Y Diego se mostró en este caso rotundo. «Pone los pelos de punta -espetó- que el futuro de España dependa de un gobierno sostenido por los secesionistas y por una amalgama de grupos ideológicos de extrema izquierda, sospechosamente financiados por el régimen de Maduro o la república islamista de Irán». Y añadió que «es inaudito» y «un riesgo de grandes proporciones» que sean «los antisistema y los enemigos de la integridad de España quienes puedan dar soporte parlamentario a un gobierno de España».
Para él, la materialización de ese hipotético pacto puede generar «una crisis institucional y económica de una magnitud difícil de predecir». «Que nadie olvide -remachó- que los enemigos de España y las fuerzas antisistema están ante una oportunidad única e irrepetible y que necesitan aprovechar esa debilidad, pues esa, y no otra, es su principal fortaleza».
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