Manifestación canina contra la caza

«Cuando algo se convierte en negocio se pierden muchos valores». Eva Ceballos es la presidenta de la asociación cántabra Galgos de casa y una de las convocantes de la manifestación que tendrá lugar el domingo en Santander a las doce de la mañana contra la caza con galgos y perros de otras razas. La cita es en la Plaza Porticada, invitando a los asistentes a pasear con sus canes por la avenida Calvo Sotelo hasta desembocar en la Plaza del Ayuntamiento.

Esta asociación ha conseguido hogar de acogida en el último año para 50 galgos abandonados, o salvados de una muerte «casi siempre cruel» en varias provincias españolas, especialmente en las que más se practica este tipo de caza Castilla León y Castilla-La Mancha . En el negocio de la caza, denuncia esta activista contra «la crueldad manifiesta» a estos animales, «un perro de este tipo puede valer miles de euros por los que se les obliga a procrearse en camadas de alrededor de once crías por parto. Los prueban, se quedan con aquellos que les valen, y al resto los masacran, directamente, en una tradición bárbara, incomprensible», explica Ceballos.

Víctor Bolado es cazador y criador de perros y confirma esta teoría al apuntar que un galgo campeón, y de raza probada, «puede valer hasta 60.000 euros». Y apunta otro riesgo que corre esta raza: «Son objeto de robo por su valor y para someterlos a pruebas normalmente ilegales y vergonzosas».

Tranquilos y sociables

Los veterinarios están haciendo, junto a estas asociaciones, una labor de concienciación de la sociedad, especialmente de los más jóvenes, para evitar este maltrato animal. «El galgo es uno de los perros más tranquilos y sociables, quizás algo temeroso porque habitualmente ha sido castigado», explica el veterinario Tomás Bustamante Pérez. Este experto resalta de esta raza «su nula agresividad, su carácter tranquilo, de fácil convivencia». Además, entre las cualidades de estos perros está «que su escasa grasa evita los olores habituales, son muy limpios y nobles». Bustamante no alcanza a comprender «cómo se puede dar muerte a estos animales de una forma tan cruel y muchas veces despiadada».

Eva Ceballos sostiene que los conservacionistas de esta especie «nada tendríamos que decir contra la caza con galgo, que es algo que forma parte de la naturaleza, e incluso, mejor, porque no se usa escopeta, pero el gran mercantilismo, y poca cultura, tiene como consecuencia que cuando no valen para nada, los maten cruelmente».

En Cantabria, menos crueles

Tomás Bustamante explica que hacer la eutanasia a un perro, cuando por enfermedad o vejez llega al final, «cuesta como mucho 50 euros». Víctor Bolado, cazador de escopeta, se abona a esta idea «un buen perro forma parte de tu vida, de tus aficiones, por eso no es comprensible ni admisible que se esté dando a los galgos una muerte tan cruel».

Parece que en Cantabria el final de estos animales de caza es menos agresivo, «aquí ya está implantada la cultura, sobre todo entre los jóvenes, de que un perro tiene que tener una muerte digna», explica Bustamante, al tiempo que confirma la teoría de Ceballos de que «afortunadamente en Cantabria casos de crueldad extrema son raros y casos muy aislados». Bolado ratifica que «cuando un cazador ha tenido como compañero un buen perro, le cuida hasta el final, y si es necesario, le da una buena muerte».

Con la concentración y manifestación convocada para el domingo se pretende que los ciudadanos «visibilicen lo que está ocurriendo con estos animales y les defiendan», concluye Ceballos.