"Nada que ver con los Gipsy Kings"

«Nosotros no tenemos nada que ver con los Gipsy Kings, ni viajamos en coches caros, ni tenemos brillantes, ni vamos por el mundo en aviones. Somos gente sencilla, que vivimos de un trabajo sencillo y a los que la crisis ha castigado quizás más que a ustedes. Somos cántabros y queremos formar parte de esta sociedad». Lo dice un gitano que se llama Cappi, que explica que en castellano su nombre significa buena fortuna, que viste un impecable traje de alpaca gris marengo, pelo negro zahino, alisado y engominado, y que se presentó, junto a medio millar de gitanos más, en el Parlamento de Cantabria para celebrar su día.

José Alfredo Vargas Romero, presidente de la Plataforma Romanes en la región, dejó patente el descontento de su pueblo por la imagen que en algunas cadenas de televisión se está dando de los gitanos. De hecho, a la entrada al patio central del Hospital de San Rafael, a quienes llegaban, se les entregaba una tarjeta reivindicando «Un trato digno para el pueblo gitano en los medios de comunicación. La telebasura no es una realidad». Se sumaban así a la iniciativa de la Fundación del Secretariado Gitano pidiendo la retirada del programa de televisión que relata la vida de gitanos de alto standing «que daña profundamente nuestra imagen social con una telerrealidad guionizada y caricaturizada, llevada al terreno fácil de la generalización y del estereotipo».

Así y todo, centraron la jornada que contó con la presencia de representantes de todos los grupos políticos presentes en la Cámara regional y de autoridades civiles y militares de la región en acentuar los problemas que padece este sector de la sociedad. Vargas recordó que a los gitanos, la crisis económica les ha golpeado singularmente, «la recogida de chatarra se ha eliminado prácticamente y la venta ambulante dos de sus actividades se está haciendo muy difícil».

Dolores Gorostiaga, presidenta del Parlamento, fue la anfitriona del acto y evocó que en un día como el de hoy, el 8 de abril del año 1971, se celebró en Londres el Primer Congreso Internacional del Pueblo Gitano. Enfatizó su permeabilidad con la historia de España «compartida desde hace seis siglos», definiéndoles como «la minoría más importante de nuestro país» y apostando por desterrar «los prejuicios y los falsos estereotipos» con los aún tienen que convivir. Así y todo, recordó que España «es uno de los países del mundo que mejor ha resuelto los problemas de exclusión de vuestro pueblo».

La vicepresidenta del Gobierno, Eva Díaz Tezanos, ahondó en las medidas que se han tomado para superar esas mismas barreras, impulsando desde la Dirección General de Política Social del Gobierno de Cantabria, un Consejo Gitano. Dentro de las competencias que tendrá este órgano participativo destacó «la escolarización, acciones de prevención e intervención ante situaciones de violencia de género, la igualdad entre mujeres y hombres, la mejora de la salud de la población gitana y el apoyo a su empleabilidad y su acceso al mercado laboral».

Todos los presentes, puestos en pié, escucharon la interpretación del Himno Internacional Gitano. Gelem Gelem (Anduve) escrito en romanó, lengua oficial de todos los gitanos del mundo, que ha estandarizando su gramática y su alfabeto. El himno lo compuso el romá yugoslavo Jarko Jovanovic a partir de una canción popular gitana de los países de la Europa del Este. Sus versos están inspirados en los gitanos que fueron recluidos en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Con evidente emoción se escucharon los versos: «¡Arriba Gitanos! Ahora es el momento. Venid conmigo lo romá del mundo. La cara morena y los ojos oscuros me gustan tanto como las uvas negras» finalizando con el Himno de Cantabria, «nuestra tierra».