Secciones
Servicios
Destacamos
Álvaro Machín
Miércoles, 20 de abril 2016, 20:24
Sonaron los acordes salidos del ingenio de Rachel Portman. Así empezó una noche de rosas. Porque, con lo uno y con lo otro, con la música de la primera mujer que logró un Oscar a la mejor banda sonora y con las flores como símbolo, ... el presentador, José Emilio Pelayo (director adjunto de El Diario Montañés), quiso construir una historia. Enlazarla. La del Anuario de hace un par de años tuvo la forma de las velas de los barcos mundialistas. La de hace 365 días, la del impulso creativo, la de la mano tendida a los creadores. Pero la de la edición número 31 de la obra colectiva que resume informativamente un año entero quiso convertirse en un grito «contra la desigualdad, la intolerancia y el maltrato». Un clamor al que se sumaron las cientos de personas que acudieron a la cita organizada por El Diario Montañés en el Palacio de Deportes de Santander. Una representación a escala de la sociedad cántabra con representantes de todos los ámbitos.
Pelayo fue tirando del hilo. Volvió a acompañarse de dos intérpretes de la Federación de Personas Sordas. Alejandra Gándara y Alejandra Trueba se estrenaron en el Anuario. Igual que Luis Revenga en su cargo de presidente de Editorial Cantabria. Él también propuso un viaje. Tras reconocer la «trayectoria y labor desarrollada» por su antecesor, Mariano Linares (hoy presidente de honor), tomó de la mano a los invitados para llevarles a la casa de El Diario. «Es transparente, está construida con materiales que permiten ver lo que hay en su interior o permiten conocer todo su entorno con un simple click, mediante el acceso a nuestra página web». Un hogar que siempre está reformándose, ajustándose a los tiempos. Revenga felicitó al personal del periódico, mandó agradecimientos a todos los que colaboran con su tarea y apostó por un próximo anuario cargado de buenas noticias.
Justo por eso le preguntó el presentador a Miguel Ángel Revilla por la mejor noticia del pasado 2015 y la que espera el presidente cántabro en el 2016. Éste trató de apostar por el cambio de Gobierno como la noticia del año pasado, si bien cuando Pelayo le pidió que no «barriera para casa», optó por destacar la declaración de zona franca para el Puerto de Santander. La noticia de 2016 será para el presidente la redacción del proyecto para el tren de altas prestaciones entre Palencia y Santander. Revilla no pudo sustraerse a dar una noticia de «última hora»: que Montoro «se baja del burro» y revisará el déficit y las exigencias a las comunicades autónomas.
El humor de Dani Delacámara sirvió para dar paso a las páginas del protagonista de la noche. El Anuario. Pero convertidas en un vídeo lleno de portadas y de imágenes. De los coches atrapados por la nieve en Pozazal al fuego que arrasó los montes. Con estrenos como el de Valdecilla o el del tramo de autovía entre Solares y Torrelavega y disgustos como el descenso del Racing. En un año caben muchas cosas. Olas gigantes y ríos desbordados, elecciones, casos de corrupción o trágicos sucesos. Nepal, París, Siria... Escenarios oscuros que contrastaron con las imágenes de las espadas coloreadas de Star Wars o con los éxitos de Ruth Beitia. Siempre Ruth Beitia.
«Como decía nuestro anterior director, estamos deseando dar buenas noticias». Fue el guiño de Pelayo para José Miguel Santamaría y también para Manuel Ángel Castañeda, los antecesores en el cargo de Íñigo Noriega, que también vivió su primera noche de Anuario. «Ha llegado no solo a su tierra sino a su papel», dijo para saludarle.
«La credibilidad sostenida no es casual, ni fruto de una improvisación, sino consecuencia del trabajo bien hecho a lo largo del tiempo», aseguró el nuevo director del periódico, que recordó sus ya casi 114 años de historia y su evolución con los tiempos. «En la era de la sobreabundancia de información dijo, creemos en el trabajo llevado a cabo por profesionales con experiencia, en la información contrastada, respetuosa con las personas, crítica con las instituciones; en la opinión solvente, independiente y plural como es la sociedad cántabra a la que nos debemos». Retos que también estaban en el discurso de Ignacio Pérez, el director general de Editorial Cantabria. «En un entorno económico todavía difícil hemos obtenidos unos muy buenos resultados financieros, hemos reforzado nuestro indiscutible liderazgo en Cantabria con más de 161.000 lectores diarios multiplicando por diez a nuestros más inmediatos competidores y hemos pasado de los 130.000 usuarios únicos en nuestra web». Con todo, no dejó pasar la ocasión de recordar que «hacer un periódico en papel o internet todos los días es difícil». «Es una ardua labor llena de aciertos, pero también de errores». Honestidad, independencia y veracidad. Lo destacó, pero puso por encima «el profundo e indisoluble vínculo con Cantabria y todos sus paisanos».
Y de eso, de vínculos, tiró Pelayo para despedir. El vínculo y el compromiso que estableció desde el primer momento con la justicia o contra la injusticia. A la rosa, la que mostró al principio, se unieron cientos. Todos los que asistieron se llevaron una. Una rosa y el ejemplar 31 del Anuario de Cantabria.
Risas con Dani Delacámara y sorpresa final
Las fotos al acceder al Palacio de Deportes, los saludos entre viejos amigos, la mezcla de representantes de todos los sectores de la vida de la región y hasta los corrillos una vez finalizado el acto. El Anuario volvió a ser una de las fiestas marcadas en la agenda de la sociedad cántabra. y en toda fiesta hay humor. De eso se ocupó Dani Delacámara. Actor, cómico, imitador, guionista, presentador de televisión, conferenciante No defraudó en sus dos intervenciones y provocó las carcajadas entre el público. Tocó temas como la crisis, de la generación que no tenía móviles, las innovaciones tecnológicas, pero con su peculiar manera. «España tiene la formula de la felicilidad que vale para todo menos para la Fórmula 1», bromeó. Humor y sorpresas, otro ingrediente imprescindible de las buenas fiestas. Llegó al final, con la entrada de las azafatas y sus cestos cargados de rosas. Las depositaron en los laterales de un escenario que lució perfecto en el recinto. «Rosas para recibir y compartir, y con un simbólico objetivo: no ser equidistantes, no mirar para otro lado y luchar para que prevalezca la justicia». Rosas para unirse a un grito.
La portada: el pintor Juan Manuel Puente
Dicen de Juan Manuel Puente (Torrelavega, 1951) que es un creador maduro, serio, observador y sereno. No es difícil encontrar algunos de esos valores en el trabajo elegido para la portada del Anuario de este año. La publicación vuelve a contar con un artista cántabro para mostrar y para mostrarse. En esta ocasión, se trata del artífice de uno de los proyectos más singulares del arte en Cantabria, la sala Robayera (Miengo) en la que han mostrado sus obras más de 150 autores y, en paralelo, se ha constituido una colección cercana ya a las 200 piezas. Un pintor que lleva en su paleta tierras, óxidos y colorantes.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.