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álvaro san miguel
Lunes, 2 de mayo 2016, 08:31
Está demostrado que el cinturón de seguridad salva vidas y evita lesiones, pero aún quedan conductores y pasajeros que se resisten a utilizarlo. En 2014 el año más reciente con datos consolidados murieron en España 822 usuarios de turismos y furgonetas. Uno de cada cuatro iba sin cinturón. Los estudios de siniestralidad de la DGT indican que este dispositivo reduce a la mitad la posibilidad de morir en un accidente, así que el cinturón habría salvado la vida a 97 personas en 2014. La Dirección General de Tráfico sigue empeñada en lograr el uso universal de este dispositivo de anclaje, y para ello instalará a lo largo de este año 270 cámaras de alta resolución en las carreteras españolas para detectar y sancionar a usuarios sin cinturón y, también, a conductores distraídos. El jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, avanzó a este diario que esas cámaras llegarán a Cantabria este verano.
Al viejo radar de Saltacaballo le ha salido un duro rival al otro lado de la mediana. El cinemómetro activado en marzo de 2007 en la bajada hacia Santander es el actual campeón de la DGT en Cantabria, con 13.176 multas acumuladas el año pasado. Pero el nuevo dispositivo instalado en la misma pendiente, en dirección Bilbao, parece equipado para superar a su vecino de enfrente.
El nuevo radar de Saltacaballo, activado desde ayer para vigilar el cumplimiento del nuevo límite de velocidad de 80 km/h entre Castro Urdiales y Vizcaya, es un modelo de última generación un dispositivo láser que captura simultáneamente los tres carriles de circulación, incluido el más exterior y por donde se circula más rápido. Entre sus prestaciones está la de no ser detectable por los inhibidores, dispositivos ilegales que interfieren el funcionamiento de los radares convencionales hasta el punto de romper las ondas si se circula a mucha velocidad.
Los doce kilómetros desde Castro hasta El Haya cuentan con cuatro puntos negros (p. k. 139, 143, 146 y 148) y una evolución de la siniestralidad que no ha parado de crecer en los últimos años. Son doce kilómetros en los que se produce la tercera parte de los accidentes de la A-8 en Cantabria y cuya peligrosidad, denunciada desde hace años, sigue aumentando a pesar de los esfuerzos de la DGT 72 accidentes en 2012 (el 19% de todos los de la A-8), 104 al año siguiente (25%), después 135 (31,4%), al siguiente 159 (34%)... En solo cuatro años, la siniestralidad ha crecido un 121%. Y eso que los medidores de aforo del Ministerio de Fomento dicen que la intensidad media del tráfico ha bajado de los 54.328 vehículos diarios de 2011 a los 45.161 de 2014 (último año con datos oficiales).
Esas cifras han obligado a reaccionar a la Jefatura provincial de Tráfico, que ha reducido a 80 km/h la velocidad en todo el tramo, ha instalado un segundo radar y trabaja para mejorar la adherencia del asfalto.
«Es una medida positiva asegura Tolosa. Todo lo que sirva para potenciar el uso del cinturón de seguridad y el sistema de retención infantil será bienvenido. Lo mismo para lo que ayude a evitar las distracciones al volante, que provocan el 38% de los accidentes».
El uso del anclaje es más habitual en los asientos delanteros que en los traseros aunque, en un impacto frontal, la probabilidad de que un ocupante de la parte de atrás golpee mortalmente a otro pasajero de los asientos delanteros se multiplica por ocho si no lleva cinturón.
El teléfono móvil está detrás de la mayoría de los despistes, y estudios realizados por la DGT apuntan a que tiene un efecto negativo incluso en su variable permitida. «Tras hablar más de tres minutos por el manos libres, los conductores no perciben el 40% de las señales, la velocidad suele bajar y el tiempo de reacción es mayor», señala la DGT en el informe Distracciones al volante. El GPS, comer o beber al volante, el tabaco, maquillarse, la lectura en los atascos o buscar objetos son otras actividades incompatibles con una conducción segura.
«Nuestra esperanza es que con estas cámaras consigamos reducir la siniestralidad. Por eso a la hora de seleccionar los puntos en los que las instalaremos se buscarán aquellos que tengan más accidentes», precisa el jefe provincial de Tráfico. Estos dispositivos de alta resolución deben acoplarse sobre pórticos de carretera, que en el caso de Cantabria sólo existen en autovías.
No se deben confundir estos aparatos, que llegarán en verano, con las cámaras que ya se están instalando en algunos pórticos y cuyo cometido es calcular las velocidades de tránsito entre distintos puntos. Son dispositivos que leen la matrícula del vehículo al pasar por distintos lugares y permiten calcular con total exactitud el tiempo que un coche concreto ha tardado en realizar ese trayecto. Con todos esos datos, Tráfico puede calcular el tiempo medio de trayecto. Estas cámaras no sancionan, son aforadores técnicos que se utilizan para hacer macroestudios de tráfico.
La Ley de Seguridad Vial considera infracciones graves las distracciones al volante. En este apartado se incluye conducir mientras se utilizan dispositivos de telefonía móvil, auriculares, cascos, u otros dispositivos que disminuyan la obligatoria atención permanente a la conducción. Todas ellas, al igual que en el caso de circular sin cinturón de seguridad, conllevan una sanción económica de 200 euros y la pérdida de tres puntos en el carnet de conducir.
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