El banco que siempre está seco

Es una idea tan simple como un banco. Eso sí. Un banco siempre seco y siempre limpio. ¿La fórmula? Un pequeño timón instalado en los laterales que le permite girar en caso de que así sea necesario. La solución ideal para no llevarse desagradables sorpresas al sentarse. Este ha sido el proyecto con el que cinco estudiantes del colegio de los Padres Escolapios de Santander ganaron el primer puesto de los XVIII Premios Jóvenes Emprendedores de la Universidad Nebrija de Madrid. El mejor entre otros 249 participantes en el certamen.

Nervios, carreras, risas y «al final, una gran recompensa. Recomendamos a todos los colegios que animen a sus alumnos a participar de iniciativas como esta. La experiencia es increíble», afirman estos estudiantes de primero de Bachillerato que el pasado jueves viajaron a la capital de España «con pocas esperanzas» de lograr el reconocimiento.

Claudia Azcondo, Paula López, Javier Gómez, María Lavín y Javier San Martín iniciaron este proyecto, Siéntate seco, al comienzo de este curso, en septiembre del año pasado, «para presentarlo al concurso de STARTinnova, de El Diario Montañés. «La idea se nos ocurrió pensando en nosotros mismos. Cuando salimos con nuestros amigos, muchas veces quedamos en un banco de un sitio concreto y allí pasamos largos ratos charlando. Pero al vivir en una ciudad como Santander, donde llueve tanto, muchas veces se nos fastidia el plan porque está mojado. Así surgió la idea del banco seco que gira», cuentan.

A pesar de no resultar ganadores del concurso del rotativo cántabro, su profesor Ignacio Martínez y su director Mario Dubarbio les animaron para que volvieran a repetir suerte en la convocatoria nacional de la Universidad Nebrija. «Se presentaron 250 proyectos de toda España y, sinceramente, no creíamos que tuviéramos muchas posibilidades», confiesan. Al recibir la noticia de que habían quedado entre los 20 finalistas «empezaron los nervios», indica el profesor, y la cuenta atrás. Tenían una semana para hacer el prototipo y preparar una presentación. «Lo más difícil fue realizar la maqueta. Teníamos claro que el jurado debía ver que lo que planteábamos se podía convertir en realidad». El primero en echar una mano al proyecto «fue el profesor de dibujo Tonino Conti. Él nos ayudó a diseñar el modelo con el ordenador». El siguiente paso «fue mucho más complicado. Teníamos que hacer que la imagen girara, así que recurrimos a la Universidad de Cantabria». De la maqueta del banco se encargó un amigo carpintero.

El colofón «y lo que creemos que nos ayudó a ganar» fue un rap compuesto y cantado al final de la presentación por el artista del grupo, San Martín.

Los ganadores

El jueves pasado llegaron a Madrid y esperaban volver a Santander el viernes después de comer, «pero a medida que iba a pasando la tarde, vimos que íbamos teniendo más posibilidades. ¡Los nervios eran tremendos! Además, las presentaciones de los otros grupos eran mucho más sofisticadas que la nuestra. Pero por fin dijeron nuestro nombre. Éramos los ganadores», relatan.

Como recompensa, un viaje de fin de semana Croacia es el destino con más papeletas y una tablet con teclado «que hemos decidido regalar a Nacho, nuestro profesor, ya que el viaje es solo para nosotros».

Entre los objetivos de esta convocatoria está fomentar el espíritu emprendedor entre los estudiantes preuniversitarios, además de constituir un foro de relación entre la universidad, los centros educativos, los futuros estudiantes universitarios y las empresas patrocinadoras.

Los estudiantes de los Escolapios tienen claro que «hay que pasar por esto, al menos una vez, porque te ayuda a desenvolverte en público, a quitar el miedo a hablar delante de otras personas a las que no conoces de nada y eso es muy bueno para nuestro futuro».