Secciones
Servicios
Destacamos
José María Gutiérrez
Lunes, 9 de mayo 2016, 22:51
El viernes 13 de mayo todas las comunidades autónomas están convocadas por el Ministerio de Educación a una Conferencia Sectorial para valorar y ultimar las reválidas de Secundaria y Bachillerato que entrarán en vigor el curso próximo y cuyos borradores ha expuesto el ministro Íñigo ... Méndez de Vigo en las dos últimas semanas, con muchas modificaciones respecto a lo previsto inicialmente por su antecesor, José Ignacio Wert, en una Lomce a la que prácticamente solo la queda el nombre.
Pero los consejeros de Educación intentarán que esa cita sirva también para poner luz y desbloquear de forma definitiva las reválidas de sexto de Primaria que se tendrían que realizar durante el presente mes de mayo. Tendrían, porque son muchas las comunidades que a lo largo de los últimos meses han mostrado su oposición a realizarlas, las ocho gobernadas o cogobernadas por el PSOE entre ellas Cantabria, más Cataluña, Navarra y País Vasco.
Hay algunas, como Extremadura, que han dado marcha atrás en su intención y terminarán desarrollándola tras los cambios aceptados por el Ministerio en las últimas semanas, pero la mayoría continúa firme en su postura, entre ellas Cantabria, aunque tampoco quieren incumplir la ley. El consejero Ramón Ruiz lamenta que la Sectorial se haya convocado tan tarde Galicia, La Rioja, Ceuta y Melilla, por ejemplo, realizarán las pruebas a lo largo de la próxima semana, lo que impide la discusión conjunta y, sobre todo, la paralización o aplazamiento general de la reválida.
¿Esto indica que al final todas las comunidades la terminarán haciendo? Salvo que el día 13, tras la Sectorial, se produzca una sorpresa mayúscula, en principio, no. O por lo menos de la manera que quiere el Ministerio. Cantabria tiene diseñado desde hace días su plan alternativo, una «adecuación» de la reválida a sus posibilidades y características, que presentará en esa cita en Madrid y que está «segura» de que cumple con la legalidad, pero sin realizar ningún examen o prueba adicional externa. A
sí, en la región se «dará por buena» la evaluación continua y ordinaria de los alumnos que realizan los profesores en los centros, que será posteriormente validada por un equipo externo nombrado por la propia consejería. «Nos vale con lo que los profesores estén acostumbrados a hacer en sus respectivos centros, ellos ya evalúan a los alumnos suficientemente a lo largo del curso», explica Ruiz.
El titular de Educación cántabro está seguro de que así se cumple la ley, ya que lo que exige la Lomce, entre otros aspectos, es «la evaluación de los estudiantes de forma individual», algo que «ya hacen» los profesores. Los mismos docentes realizarán un informe sobre las competencias de sus alumnos en tres áreas comunicación lingüística, matemáticas y ciencia y tecnología, que presentarán, tras ser validada por la citada comisión externa, a las familias, cumpliendo así el carácter informativo que también se exige a esta reválida, según estima el consejero. Esta adecuación de la reválida «tiene un perfecto encaje jurídico en la ley», concluye Ramón Ruiz.
Marcha atrás
La Lomce contemplaba tres evaluaciones externas inspiradas en las pruebas del Informe PISA y que estaban pensadas para ser una prueba común en todo el país con la que diagnosticar el estado de la educación española al final de los ciclos de Primaria, Secundaria y Bachillerato y, de paso, mejorar los resultados internacionales. Y pese a las fuertes críticas de la oposición y la comunidad educativa, con Wert al frente de Educación nada se movió. Tras la llegada de Íñigo Méndez de Vigo, sin embargo, todas se han difuminado y han quedado muy alejadas de los planes originales.
Así, la de Primaria no permitirá comparar los resultados de distintos centros educativos, pese a que este era uno de sus principales cometidos. Mientras, la reválida de Secundaria, según el borrador aún provisional que presentó esta semana el ministro y que se abordará en la Sectorial, va a cambiar sustancialmente respeto a su concepción inicial. Por último, la reválida de Bachillerato se ha convertido de facto en la nueva selectividad tras el acuerdo al que llegaron la semana pasada el Méndez de Vigo y los rectores.
«Notamos un cambio de actitud en el ministro, que ha dado marcha atrás, ha escuchado las reclamaciones y ha modificado muchos aspectos de las reválidas que perjudicaban a las familias. Esto no se trata de ir contra nadie porque sí, sino de buscar lo mejor para la comunidad educativa; se está viendo que no era una cerrazón de las comunidades autónomas, sino que la ley tiene muchas lagunas. Pero todavía quedan algunos flecos por resolver que intentaremos que queden claros en la Sectorial del día 13», razona Ramón Ruiz.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.