Otro vuelo desviado en el Seve Ballesteros, momentos antes de entrar en funcionamiento el sistema de aterrizaje con niebla

La visibilidad no ha atravesado buenos momentos en el aeropuerto cántabro a estas alturas de junio, que ha soportado dos meses sin sistema de aproximación por niebla (el ya famoso ILS) porque se eligieron estas fechas para instalar uno mejor (es de suponer que la meteorología es más favorable). Después de doce vuelos desviados porque los pilotos no ven bien para tomar tierra, Aena al fin ha anunciado que el nuevo ILS ha entrado en funcionamiento, una vez superadas todas las pruebas y cada una de las fases necesarias para ponerlo en marcha. Pero momentos antes de ese esperado encendido otro avión -el sexto en este tiempo (con su llegada y su salida)- tuvo que frustrar su plan de aterrizar en Santander. Esta vez ha sido un Vueling Barcelona-Santander (el vuelo VY1590), que tenía previsto aterrizar a las 11.55 horas de este lunes en el Seve Ballesteros. Después de sobrevolar un par de veces el cielo santanderino, el piloto desistió y el aparato fue desviado a Bilbao. Y, como ha ocurrido cada vez que ha pasado lo mismo, la compañía ha dispuesto de autobuses para los pasajeros afectados: 254 en total.

En este avión venían a Cantabria 133 viajeros. Y en el aeropuerto santanderino esperaban otros 121 pasajeros para tomar el vuelo de vuelta a Barcelona (el vuelo VY1591). Para ellos se les ha organizado el mismo transporte terrestre pero en sentido inverso, es decir, Santander-Bilbao, y viajarán a su destino desde allí.

No todos se acomodaron en estos autobuses. Aunque el plan de transporte se organizó enseguida para no demorar demasiado el vuelo desde Bilbao hasta Barcelona, "yo ya no subí porque iba a una reunión y ya no llegaba a tiempo", comentó un pasajero a este periódico, "molesto" porque considera que este sistema de aproximación "tenía que haberse accionado mucho antes" para evitar los contratiempos que se han sucedido desde que el viejo se desactivó para proceder a cambiarlo por el nuevo.