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Marta San Miguel
Lunes, 27 de junio 2016, 11:20
Una voz más se ha sumado contra la entrega de la Medalla de Honor de la UIMP a Álvaro Uribe: la del propio expresidente. Ahora es el mandatario colombiano el que rechaza la concesión tras conocer la decisión del equipo de gobierno de ... la UIMP de anular el acto de entrega.
El expresidente ha pedido por carta al rector César Nombela que revoque la concesión a pesar de que la UIMP, que mantenía la distinción al estadista colombiano, tenía previsto decidir a través de su consejo de gobierno la posibilidad de fijar o no una fecha futura de ceremonia de entrega del galardón. Pero ya no hará falta: "Me siento mucho mejor al no recibirla y pedirle que se evite las consultas sobre aplazamiento y la dé por revocada", dice el estadista.
La UIMP concendió su máxima distinción al exmandatario, que presidió la República de Colombia entre 2002 y 2010 en dos sucesivos mandatos, por su trayectoria como estadista y por su compromiso con la democracia. "Me sentí muy sorprendido por la condecoración de la Universidad que nunca busqué y he recibido con tranquilidad su comunicado sobre el aplazamiento y nuevas consultas. Mi inicial sorpresa se tornó en orgullo al leer que usted nunca acepta presiones como lo enfatizó en su declaración para responder al izquierdismo totalitario que protestaba por la distinción que se me confería, que incluía la voz del asesor del grupo narco terrorista FARC", sostiene Uribe en la misiva. Sin embargo, continúa el colombiano, "al conocer que la fortaleza no existe, me siento mucho mejor al no recibirla y pedirle que se evite las consultas sobre aplazamiento y la dé por revocada".
De esta manera, lo que parecía un acto protocolario más del verano académico de la capital cántabra se acabó convirtiendo en un gesto más polémico que meritorio, y mientras partidos políticos como Izquierda Unida o Podemos, así como colectivos sociales de nuestro país y de Colombia clamaban contra dicha distinción, la universidad reaccionaba anulando el acto de entrega, que no la concesión de la misma. Sin embargo, este gesto ha sido definitorio para Uribe, que ha pedido al rector que revoque la orden.
"La tolerancia necesita fortaleza para defender las convicciones y para no confundir el respeto a la opinión ajena con la debilidad para claudicar ante la intimidación", dice el expresidente colombiano en una misiva en la que carga las tintas contra el máximo responsable de la universidad de verano, argumentando su deseo de no aceptar la distinción.
Uribe se dirige directamente al rector Nombela y le advierte de que "cuando la universidad cede ante las presiones del totalitarismo renuncia a su deber de proteger la libertad de cátedra", que es, dice, "supuesto necesario para el avance de la ciencia en la construcción de grados de verdad". En ese sentido, Uribe cita en su misiva como ejemplos los regímenes de Fidel Castro y Hugo Chávez, que "han implantado el adoctrinamiento, la consigna y la represión sanguinaria como sustitutos del libre examen. Muchos nos oponemos a que ese modelo se imponga en Colombia tras un falso concepto de paz".
Voces en contra
El propio presidente regional, Miguel Ángel Revilla, se implicó recientemente en la polémica al calificar de «desafortunada» la decisión del Consejo de Gobierno de la UIMP de conceder la medalla al político colombiano. El jefe del Ejecutivo regional recordó que la Universidad Internacional es una institución «al margen» del Gobierno de Cantabria.
La oposición de varios partidos e incluso una petición de firmas para frenar el acto se sucedieron en las últimas semanas. Representantes de Izquierda Unida, Santander Sí Puede o Podemos, unidos a colectivos como Libres, se mostraron contrarios a una Medalla que consideraron injustificada y recordaron que a finales de 2015 existían 186 investigaciones abiertas contra Uribe en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes.
«La pretensión de este premio nunca quiso ir más allá del reconocimiento a un estadista con la misma esencia que acompañó a anteriores distinciones», dijo entonces el rector Nombela, que afronta este año su último mandato. En este sentido, el rector rechazó toda manipulación de las intenciones de la UIMP, exenta de un debate público que «concierne a Colombia, su gobierno, a sus dirigentes y a su sociedad».
La Medalla de Honor de la UIMP se instituyó en 1980 con el fin de reconocer a personas individuales, corporaciones o sociedades, nacionales o extranjeras, que se hayan destacado en el campo de la investigación científica, la enseñanza, el cultivo de las letras y de las artes o que de algún modo hayan prestado servicios a los intereses culturales del país.
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