El gerente de Valdecilla achaca la crisis de Enfermería "al estrés del traslado"

«Han sido unos meses muy complicados para todos», reconocía el gerente de Valdecilla, Julio Pascual, en sus primeras declaraciones públicas tras la crisis en la Dirección de Enfermería. Aunque se muestra «encantado» del desarrollo del traslado, no niega que ha generado «un cansancio y un estrés» que ahora pasan factura. Y, de hecho, sostiene que ese es el «motivo principal» de la dimisión de Mercedes Rodríguez y de sus tres subdirectoras, como puestos de confianza que son. «Para los que nos hemos dedicado mucho tiempo de nuestra vida a la labor asistencial, no es fácil mantenerse en cargos de este tipo que exigen un esfuerzo personal importante», aseguró Pascual, esgrimiendo los mismos argumentos que expuso en febrero la directora médico, María Ángeles Villanueva, cuando presentó su sorprendente renuncia en este caso, a los cinco meses de su nombramiento y con el grueso del traslado por delante.

Pese al revuelo suscitado el lunes y la crispación manifiesta entre un sector de la plantilla de enfermería, el gerente se muestra tranquilo y convencido de que «ahora, que el hospital va a cambiar de dinámica, al abandonar unos meses de mucho estrés con toda la mudanza, empezamos una época en la que podremos planificar el auténtico futuro asistencial de Valdecilla». Para ello, confía en «tener constituido el nuevo equipo directivo de Enfermería en pocos días». El nombre que suena para relevar a Mercedes Rodríguez es el de Nuria Martínez, supervisora del servicio de Digestivo.

"Por encima de todo"

«Me gustaría resaltar que el hospital está por encima de la Gerencia, de la Dirección Médica y de la Dirección de Enfermería, y va a estar funcionando perfectamente aunque haya estos cambios», que por otro lado interpreta que «son lógicos y absolutamente normales. Pasa como en los equipos de fútbol, se va el entrenadorpero el equipo sigue jugando. Y en Valdecilla tenemos muchos y muy buenos profesionales de enfermería para encontrar un recambio, igual que para designar otro gerente si llegara el caso».

Desde el mismo día que aceptó la propuesta de la consejera de Sanidad, María Luisa Real, de dirigir la mayor empresa de Cantabria, con una plantilla de 5.000 trabajadores, Pascual sabía que el reto no iba a ser fácil. Con lo que tal vez no contaba es con las desavenencias internas. Fuentes próximas a la Gerencia, confirman la tensa relación existente entre la Dirección Médica y la de Enfermería, una falta de entendimiento que acabó con un ultimátum. De ahí que en un primer momento, tras saltar la noticia de la salida en bloque del equipo de Enfermería, hubiera cierta confusión sobre si se trataba de una dimisión forzada o de un cese adornado con buenas palabras.Ayer, la ya exdirectora de Enfermería eludió de nuevo dar su versión de la historia.

En cualquier caso, no cabe duda de que esa tensión en la cúpula directiva ha enturbiando el ambiente laboral, sobre todo entre el colectivo enfermero. Ante los reproches que no han tardado en llegar a sus oídos, Pascual defiende la «consideración» que tiene hacia las enfermeras, «que nadie lo dude lo más mínimo, las vamos a apoyar siempre».

Focos de conflicto

Durante estos nueve meses de gestión, le ha tocado lidiar con situaciones polémicas, como el traslado de Oftalmología a Liencres o la oposición de las enfermeras al plan de mejora programado para desatascar el servicio de Urgencias y acabar con la imagen de los pacientes amontonados en los pasillos. Las primeras medidas anunciadas con ese objetivo aumento de camas monitorizadas y refuerzo en el triaje fueron interpretadas por las enfermeras como «más carga de trabajo con los mismos medios». Al margen de los problemas derivados de la mudanza y la adaptación al nuevo edificio caso de la ubicación provisional de la Unidad de Cuidados Intermedios, el gerente también ha tenido que dar explicaciones sobre situaciones que venían de atrás, como la cobertura de las vacaciones de la enfermería del área quirúrgica, por falta de personal con la formación adecuada; las quejas por el déficit de celadores y auxiliares y hasta la localización de los vestuarios y la falta de taquillas. Pese a todo, Pascual quiso destacar ayer el éxito del traslado. «Estamos encantados de cómo ha ido», más aún cuando «los últimos traslados desarrollados en otros hospitales se han llevado a los consejeros y gerentes sistemáticamente», mientras que «aquí ha transcurrido sin incidencias significativas».

Un balance que, casualmente, hizo ayer también la Consejería de Sanidad, en un comunicado de prensa sin referencia alguna al reciente relevo en la Dirección de Enfermería. Real agradeció a todos los trabajadores del hospital su «contribución y esfuerzo» para poner a disposición de los ciudadanos una nueva edificación sin que la actividad asistencial a los pacientes sea suspendida ni un solo minuto, pero no entró a valorar la crisis en la Gerencia.

La consejera señaló que, «con el cierre definitivo de la Residencia, finaliza una importante etapa de Valdecilla, que ha sabido mantener y superar el prestigio que siempre tuvo». Sin olvidar la tragedia de aquel 2 de noviembre de 1999 que costó la vida a cuatro de sus trabajadores, «un punto de inflexión que por siempre quedará en el recuerdo», Real invita «a mirar hacia adelante» en esta nueva etapa que ahora se abre.