División en Podemos por condicionar el Presupuesto a la destitución de Salvador Blanco

Marcos Martínez, miembro de la directiva nacional de Podemos y antigua mano derecha del diputado José Ramón Blanco cuando dirigía el partido en Cantabria, fue ayer especialmente crítico con la postura adoptada por su partido y ese todo o nada con el que ha desafiado al bipartito. «Me parece una grave irresponsabilidad supeditar el Presupuesto al cese de una persona. Es un error. Creo que se puede exigir y conseguir su dimisión sin hipotecar la posibilidad de unas buenas cuentas», señaló en un escrito apoyado por antiguos miembros del núcleo duro del exsecretario general, como su responsable de comunicación, Óscar Manteca.

Martínez, que en su día fue el principal enlace de Podemos Cantabria con Pablo Iglesias, y que también exige el cese de Salvador Blanco, pero por otras vías, llega a coincidir con el argumentario utilizado esta misma semana por la vicepresidenta del Gobierno, Eva Díaz Tezanos. Ambos están de acuerdo en tachar como un «error» condicionar las negociaciones sin haber entrado a hablar de ningún contenido del Presupuesto.

Pero la dirección de Podemos parece decidida a hacer casus belli de Sodercán, tras las irregularidades detectadas por el interventor general entre los años 2008 y 2010 en la empresa pública. «A Miguel Ángel Revilla sólo le ha faltado decir Salvador sé fuerte. No se puede explicar que una persona, como el presidente de Cantabria, que ha sido tan activa en la lucha frente a la corrupción en el caso Bárcenas encubra y defienda la actuación irregular del director de Sodercán», subrayaron ayer en un comunicado oficial.

Políticas de Ciudadanos

Estas declaraciones, unidas al llamamiento a la «intransigencia» que hizo el día anterior el líder de Podemos, Julio Revuelta, han encendido las luces de alarma en un sector del partido, que teme las cesiones que el Ejecutivo regional podría hacer a Ciudadanos para aprobar las cuentas de 2017.

«La dirección de Podemos Cantabria parece olvidar que existe otro partido en el que el Gobierno puede apoyarse. Con Ciudadanos se reforzarían las posturas menos progresistas y más neoliberales, suponiendo un retroceso con respecto a lo conseguido en 2016», advierte Marcos Martínez.