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Gonzalo Sellers
Lunes, 22 de agosto 2016, 07:17
Hay síntomas de recuperación en el empleo público de Cantabria. Tras pasar los peores años de la crisis con recortes en personal, la comunidad le vuelve a coger el pulso a la contratación de funcionarios, según los datos aportados por el Ministerio de Hacienda de ... este mismo año. Las señales más optimistas vienen del Gobierno regional. Después de un lustro de pérdida continuada de trabajadores, el año pasado se frenó la tendencia y este año ya hay 20.235 empleados autonómicos, un 3,5% más que en enero de 2015. Es decir, actualmente hay uno por cada 29 cántabros, cuando en 2014, el año más negro de la crisis, había uno por cada 30. Esto también se nota en el Presupuesto, con una subida del 4%, hasta los 845,7 millones de euros, para gastos de Personal en 2016.
«Nos estamos centrando en estabilizar el empleo público y recuperar un número de efectivos adecuado y suficiente para el buen desarrollo de los servicios públicos. No existe realmente un exceso de personal público. La falta de reposición en los efectivos de la anterior etapa ha llevado a una carencia de medios personales en muchas unidades de la Administración autonómica», señaló el consejero de Presidencia y Justicia, Rafael de la Sierra.
Esos 700 funcionarios más que tiene el Gobierno regional este año se reparten todos entre Educación y Sanidad. Cantabria tiene ahora más profesores y sanitarios que en los últimos seis años y, de hecho, las partidas presupuestarias para el pago de personal han crecido en 16 y 12,5 millones, respectivamente.
Las oposiciones para Infantil, Primaria, Secundaria y Formación Profesional (FP) del año pasado, además de las sustituciones, han sumado casi 400 nuevos docentes a las aulas de la región, según los datos aportados por Hacienda.
En el caso de Sanidad, el aumento es de más de 300 trabajadores. Alfonso Romano, subdirector de Recursos Humanos del Servicio Cántabro de Salud, maneja otros datos desde julio de 2015 a julio de este año que poco tienen que ver con los facilitados desde Madrid: «La diferencia es mínima en el último año, de 45 efectivos, y se debe a los nombramientos de continuidad en Atención Primaria y a sustituciones».
Cambio de prioridades
«Nuestra gran prioridad es la recuperación de los servicios públicos de sanidad, educación y las políticas sociales y revertir una situación de recortes injustos en servicios básicos para todos los cántabros, que han supuesto, entre otras cosas, la imposición de medidas restrictivas del empleo público, que han perjudicado al buen funcionamiento de estos servicios fundamentales. Está claro que ha cambiado el enfoque y ahora la atención de estos servicios públicos es prioritaria», destacó De la Sierra sobre el aumento de personal en Educación y Sanidad.
En la Universidad de Cantabria también ha aumentado el volumen de trabajadores. Después de cinco años de caída continuada, que le llevó a perder un 7,5% de sus empleados, sus 1.726 asalariados suponen un 2% más que en 2015. Lo más interesante, es que esa recuperación se está produciendo en el ámbito de la docencia y la investigación. Si bien es cierto que la UC ha perdido 16 funcionarios de carrera respecto al año pasado, hay 63 profesores más en situación de laboral. En cualquier caso, todavía están lejos de los 1.794 trabajadores del año 2010.
Problemas en los municipios
Pero a pesar de estas cifras en positivo en el Gobierno regional y en la universidad, Cantabria tiene este año menos empleados públicos que el anterior. La causa está en los funcionarios que dependen del Estado y en los ayuntamientos. Mientras que en las comunidades se pelea por aumentar el peso de su personal, en Madrid existe una política de adelgazamiento sin concesiones. Actualmente hay en la región un 14% menos de estos funcionarios que en 2010. Una caída continuada y constante a lo largo de los años que ha dejado la cifra en 4.725.
Los ayuntamientos, por su parte, sufren una particular montaña rusa en la contratación pública. En 2015 sus plantillas crecieron un 14%, pero este año han caído en el mismo volumen, hasta quedarse sólo en 5.500 empleados. La respuesta la tiene el presidente de la Federación de Municipios de Cantabria, Pablo Diestro: «El año pasado, las ayudas a la contratación se dieron en los primeros meses por una cuestión electoral, y en 2016 ha sido más tarde». Es decir, la cantidad está tergiversada porque esas contrataciones computaron un ejercicio y al siguiente no lo hicieron.
Al margen de esto, los municipios se sienten ahogados porque en seis años han perdido un 5% de sus efectivos, sobre todo, porque la Reforma Local les prohíbe contratar a nadie excepto bomberos y policías ni cubrir las bajas por jubilación, por ejemplo. «También nos faltan empleados técnicos y secretarios e interventores», denuncia Diestro.
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