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Vecinos de uno y otro lado de la ría asistieron aquella mañana del 29 de agosto de 1966 a los actos programados con motivo de la inauguración del puente. Fue toda una fiesta.
Nuevo puente y nueva vida

Nuevo puente y nueva vida

Dejar de depender de las barcas, y de sus horarios, modificó por completo los hábitos de vida y propició el desarrollo industrial de toda la comarca

Íñigo Fernández

Domingo, 28 de agosto 2016, 19:54

El 29 de agosto de 1966, vecinos de El Astillero y de Pontejos asistieron a una fenomenal celebración. Después de toda una vida separados por el agua, la entrada en servicio del nuevo puente anunciaba cambios importantes a uno y otro lado de la ría. ... La inauguración fue multitudinaria, con fiesta y reparto de vino. Miles de personas tomaron parte en aquel acontecimiento, del que ahora se cumplen cincuenta años. Confiaban en ganar en comodidad -en poder disfrutar de una vida mejor al no depender, ya, del transporte marítimo-, pero los cambios fueron todavía más lejos. El puente y la nueva carretera dio lugar a un desarrollo industrial notable en Marina de Cudeyo, del que todavía vive el municipio en buena parte. Pontejos cambió para siempre y los más veteranos recuerdan ahora, cincuenta años después de aquella fecha, cómo era la vida antes del puente.

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