Pedro Sánchez no fue el preferido de los socialistas cántabros en aquellas históricas primarias del 13 de julio de 2014 –obtuvo 910 votos frente a los 1.051 de Eduardo Madina–, pero nadie podrá decir que le ha faltado un caluroso respaldo en las horas difíciles del final de su liderazgo.
Jesús Serrera
Lunes, 10 de octubre 2016, 10:56
Pedro Sánchez no fue el preferido de los socialistas cántabros en aquellas históricas primarias del 13 de julio de 2014 obtuvo 910 votos frente a los 1.051 de Eduardo Madina, pero nadie podrá decir que le ha faltado un caluroso respaldo en las horas difíciles del final de su liderazgo. Muchos afiliados de base y también con cargos en las instituciones y en el aparato se pronunciaron, antes incluso que los órganos de dirección del partido, en contra de la operación que los dirigentes históricos con Felipe González en primera fila y los barones regionales capitaneados por Susana Díaz maquinaron para fulminar al primer secretario general elegido por el voto directo de los militantes. (...)
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