El Gobierno propone crear el séptimo parque de bomberos del 112 en Camargo

Los municipios de Camargo y Piélagos, ambos con más de 20.000 habitantes y por tanto obligados legalmente a disponer de parque propio, habían presentado al Gobierno un proyecto de gestión compartida de un servicio de emergencias que cubra estos territorios y sus áreas de influencia. El Ejecutivo encargó entonces un estudio técnico sobre la viabilidad de la medida, informe que es tajante a la hora de advertir que resultaría más plausible desde todos los puntos de vista que esta prestación la realizara el Servicio de Emergencias de Cantabria (Semca), conocido popularmente como el 112.

El consejero de Presidencia, el regionalista Rafael de la Sierra, ha subrayado a este periódico que la creación de un nuevo parque «ahorrará costes porque evitará duplicar equipos», y así se lo planteará en breve a los alcaldes de ambos ayuntamientos. El Gobierno ha encargado también un informe para determinar el instrumento jurídico adecuado para articular la aportación económica de los ayuntamientos, que podría pasar por la fórmula del convenio o la constitución de un consorcio.

Este estudio estará terminado dentro de «veinte días», por lo que a partir de ese momento se buscará el consenso con los ayuntamientos implicados, que tendrán que aprobarlo en pleno, lo mismo que el Ejecutivo regional en su Consejo de Gobierno. Aunque todavía no se han fijado cantidades, la Administración regional parte de la base de que «el coste de funcionamiento de un parque es de 1,4 millones de euros», una cuantía que, según baraja De la Sierra, habría que distribuir entre los dos ayuntamientos y el Gobierno regional.

La idea del consejero es que «en un primer momento» el nuevo parque ocupe las instalaciones que el Servicio de Extinción de Incendios de Camargo, tiene en el Polígono de Trascueto (Revilla).

La alternativa del Ejecutivo cuenta, en principio, con la ventaja de que los municipios afectados están regidos por alcaldes socialistas, partido socio de los regionalistas en el Gobierno. La alcaldesa de Piélagos, Verónica Samperio, en declaraciones a El Diario, se ha decantado «claramente» porque sea el Ejecutivo quien asuma la gestión, en lugar de aliarse con Camargo para tutelar el servicio. «Es la alternativa más beneficiosa dado que la implantación de un servicio propio requiere fuertes inversiones en medios y equipamientos», señala.

El Consistorio camargués no lo tiene tan claro. El concejal del área, Ángel Gutiérrez, subraya que el equipo de gobierno «sigue barajando las dos opciones, no se ha descartado ninguna, con el único objetivo de ahorrar costes».

Situación incierta

La situación de Camargo es la más incierta. Hasta este año, los parques de titularidad municipal eran cuatro; uno de ellos de voluntarios, el de Camargo. Y tres de profesionales: Castro Urdiales, Santander y Torrelavega. Pero forzado por distintas resoluciones judiciales, el equipo de gobierno de Camargo se vio obligado a incorporar a los bomberos voluntarios a su plantilla, a cerrar el parque de bomberos voluntarios y a poner en marcha un servicio profesional de extinción de incendios de gestión directa y titularidad municipal como establece el artículo 26 de la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local.

El pasado mes de febrero el Pleno municipal aprobó la constitución del parque profesional, aunque no comenzó a funcionar hasta el pasado mes de noviembre en el polígono de Trascueto, una vez incorporados como personal laboral 14 bomberos voluntarios, una plantilla a todas luces escasa para atender el servicio. Así, el parque sólo está operativo 15 horas, de ocho de la mañana a once de la noche, y a partir de esta hora se hace cargo el 112. Debido a la peculiaridad de la situación en la que se creó el servicio, ha sido dotado con una partida del Fondo de Contingencias Comunes de 565.000 euros creada para el caso. Por eso, la alcaldesa ha buscado desde el primer momento la fórmula para reducir costes, siendo la gestión mancomunada la que con más fuerza barajó desde un principio.

El Parque Municipal de Santander es el más importante por volumen de efectivos, medios y presupuesto. Con una plantilla de 108 personas, maneja un presupuesto de seis millones de euros, de los cuales 1,5 millones van destinados a cubrir las emergencias fuera de su término municipal. Dicho de otra forma, de las 638 emergencias que atendieron el año pasado, el 23% fueron en otros municipios. El concejal del área, Pedro Nalda, subraya que los bomberos de Santander «atienden emergencias en toda Cantabria por un principio de solidaridad», aunque el Gobierno sólo aporta 626.660 euros, algo más de la tercera parte del coste que supone prestar el servicio de bomberos a otros municipios de Cantabria.

Torrelavega también considera «insuficiente» la colaboración económica de la Administración regional. Su Parque Municipal, integrado por 42 efectivos, da cobertura además a los municipios de Alfoz de Lloredo, Cartes, Piélagos, Polanco, Puente Viesgo, Reocín, Santillana del Mar y Suances. Con un presupuesto de 2,2 millones, el concejal de Seguridad Ciudadana, Pedro Pérez Noriega, cifra en medio millón el coste del servicio fuera del municipio, «pero sólo recibimos del Gobierno 370.000 euros, una cantidad insuficiente».

El Parque Municipal de Castro Urdiales, con 25 bomberos y un millón de euros de presupuesto, extiende su ámbito de influencia a los municipios de Guriezo, Liendo y Valle de Villaverde, atención por la que recibe 360.000 euros de la Administración regional. El director del parque, José Manuel Tena, reclama diez bomberos más y una autoescala con cesta de rescate como principales reivindicaciones.

Pero la extinción de incendios en el territorio regional está en manos del Gobierno regional, a través del 112, un servicio que dispone de seis Parques de Emergencias distribuidos estratégicamente por toda Cantabria (Laredo, Valdáliga, Reinosa, Tama, Villacarriedo y Los Corrales de Buelna), en base a tres grandes zonas de intervención: Zona Occidental, Zona Centro-Sur, y Zona Oriental. Con un presupuesto de 6,1 millones, que el próximo año crecerá un 7,5% según De la Sierra, cuenta con un total de 112 efectivos, que unidos a los bomberos municipales y de voluntarios, suman un total de 336 operarios. De este modo, Cantabria dispone de un bombero por cada 1.800 habitantes, o dicho de otro modo, hay un efectivo por cada 16 kilómetros cuadrados. A lo largo de este año, los bomberos del 112 han realizado 1.490 intervenciones, de las cuales 487 han estado relacionadas con la extinción de incendios.

Pero, además, Santander cuenta con una Agrupación de Bomberos Voluntarios, dotada con 27 efectivos, que operan en guardias de doce horas con un presupuesto de 18.000 euros que aportan a partes iguales el Gobierno y el Ayuntamiento. En Suances existe una asociación de bomberos voluntarios, mucho más humilde, que se sostiene con las cuotas de sus 80 socios.