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mada martínez
Lunes, 5 de diciembre 2016, 07:21
En el subsuelo de la cornisa cantábrica está el meollo del arte parietal y rupestre del mundo. Para arqueólogos e historiadores la zona es un yacimiento de primera. Se han encontrado decenas de cuevas que son como escaparates desde los que observar la prehistoria con ... detalle, investigar todos los tramos del Paleolítico por tramos. «Cantabria es uno de los focos de la prehistoria universal más nutridos de restos, huellas, manifestaciones humanas», escribió el historiador Miguel Ángel García Guinea en los ochenta, en el prólogo de 'Historia de Cantabria, y señaló el «techo vibrante de Altamira» como una prueba que podría justificar afirmaciones más grandilocuentes.
Cantabria alberga un montón de estas cuevas que, a su vez, albergan multitud de formas expresivas de los hombres y las mujeres antiguos. Manos en negativo, bisontes, ciervas. Son cavidades cuyas paredes y salientes funcionaron como lienzos al servicio del pensamiento simbólico. Altamira es el buque, un referente para el estudio del arte rupestre paleolítico, ultrarreconocido por la comunidad internacional, tanto que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985. La declaración es un marchamo excepcional, pero también obliga a una conservación y vigilancia exhaustivos.
camino lebaniego
Las cavernas prehistóricas no son el único bien patrimonio de la Humanidad en la región. Desde 2015 también lo son los Caminos de Santiago del Norte Peninsular, y ahí está el tramo cántabro, el Camino Lebaniego, que es un afluente del Camino de Santiago y une San Vicente de la Barquera con el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. La Unesco lo incluyó en la Lista de Patrimonio Mundial en julio del año pasado por distintas razones, entre ellas, por su antigüedad y por arraigo peregrino (explican la esencia de las peregrinaciones a Compostela), sus patrimonios natural y monumental, y, precisamente, por las muestras de arte rupestre que se encuentran cercanas a la ruta. Para las instituciones locales, esta declaración se presenta como una veta importante de negocio que hay que explotar. El alcalde de Potes, Javier Gómez, ya declaró a este periódico que es preciso aprovechar una declaración que pone en el mapa mundial las sendas del norte y lebaniega.
Este año jacobeo la ruta volverá a ser transitada en masa el 23 de abril del año próximo comenzará el Año Jubilar Lebaniego. Quedan apenas 140 días para que esto ocurra, y el Gobierno regional se afana en armar su promoción turística. El consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, afirmaba este mismo jueves desde Berlín que el mercado alemán va a ser prioritario y muy beneficioso para los números jubilares.
Aunque no se pueden contabilizar todos los peregrinos que pisan el camino, la ocupación de los albergues puede dar pistas. La ruta jacobea cántabra alberga en sus laderas cerca de 50 albergues donde alojarse. Están tremendamente esparcidos por el camino
en Castro Urdiales, Islares, Guriezo, Liendo, Lia, Colindres, Tarrueza, Solórzano (Riaño), Laredo, Santoña , Noja, Gama, Santoña, Güemes, Meruelo, Penagos, Santander, Santa Cruz de Bezana, Polanco, Santillana del Mar, Cóbreces, Comillas, San Vicente de la Barquera, Serdio, Cades, La Fuente (Lamasón), Cicera, Cabañes, Potes, Mieses, Espinama, Villaverde, Boo de Piélagos y Cóbreces. Casi todos estos emplazamientos se pueden localizar en
La Consejería de Cultura señala que este año han atendido el Camino, lo han «puesto en valor». ¿Cómo? Con «el desarrollo de un programa cultural en los municipios por donde transcurre. En el mismo se han ofrecido ciclos de conferencias, teatro, música, exposiciones, etc.».
Pasados otros 23 años, en 2008, la Unesco catalogó como patrimonio de la humanidad nueve cuevas cántabras de un tirón: Chufín, Hornos de la Peña, Monte Castillo -en la que se encuadran las cavidades de Las Monedas, El Castillo, Las Chimeneas y La Pasiega-, el Pendo, La Garma y Covalanas. Cantabria lideró esta exitosa candidatura, que también incluía cavidades asturianas y vascas.
La declaración de Altamira quedaba ampliada bajo la denominación Arte Rupestre Paleolítico de la Cornisa Cantábrica. La comunidad conseguía este sello cualitativo para diez de sus cavidades, una parte de las cerca de 40 que contienen huellas de arte rupestre en la comunidad. Todo aquello relacionado con el arte rupestre ha ido extendiéndose lenta y firmemente, como los tentáculos de un pulpo: desde los museos, la Administración y la propia sociedad, concienciada con su valor y con lo excepcional de las cuevas cántabras.
El Gobierno lleva un año dándole vueltas a las cuevas, el arte parietal, el patrimonio. ¿Cómo afrontar su gestión, cómo conservar los espacios, cómo difundir su valor? Hace unas semanas, el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz, anunciaba que ya se estaba trabajando en un Plan Estratégico del Arte Rupestre que se asentaría, en parte, en este sistema de cavidades, pero que iría más allá. El proyecto se encuentra en fase embrionaria. El borrador, piensa la Consejería, estará listo el próximo año, y servirá de guía para las acciones prácticas. No hay fechas más concretas. «Estamos ante un proyecto ambicioso y complejo, ya que requiere de la colaboración de distintos sectores, tanto sociales como económicos. Desde la comunidad científica, hasta los ayuntamientos, el Gobierno central y otros organismos que puedan aportar ideas y reflexiones». En concreto, los que aportan al plan son: la propia Consejería de Ruiz, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, los seis ayuntamientos que albergan cuevas que son Patrimonio de la Humanidad, la Red de Desarrollo Rural, y representantes de la Universidad de Cantabria.
Por el momento, el consejero tiene algunos asuntos claros: en esta estrategia se incluirá el ambicioso Centro de Interpretación de Puente Viesgo; el centro de Arte Rupestre de la Unesco en Santillana del Mar jugará su papel, del mismo modo que el Museo de Arte Prehistórico de Cantabria (Mupac), que está llamado a abrir nuevas 'rutas de la cultura' en Santander. ¿El plan estará sujeto a los Presupuestos? El consejero confirma que «en los del 2017 tenemos intención de licitar tanto el Centro de Interpretación del Arte Rupestre de Puente Viesgo, como la redacción del proyecto del nuevo Mupac». En total, serán 220.000 euros.
Ruiz se extiende con estas líneas estratégicas del plan: el centro de interpretación y recepción de visitantes en el Ayuntamiento de Puente Viesgo se ejecutará «con la colaboración de los ayuntamientos de la zona. Se licitará el año que viene. El objetivo es que ese espacio sirva de lanzadera para la promoción de las diferentes cuevas de la región, aprovechando que este municipio, además de albergar el excepcional sistema de cuevas que conforman el Monte Castillo, está perfectamente comunicado con los distintos lugares donde están el resto de las cavidades, pudiendo trazarse interesantes rutas».
El centro de Arte de la Unesco en Santillana, respaldado desde el Ministerio, es también clave. ¿Para qué? «Para engarzar los proyectos de investigación que se están realizando en nuestra región por instituciones como el Mupac y el Instituto de Investigaciones Prehistóricas de la Universidad de Cantabria con este centro de la Unesco, además de establecer vínculos entre el mismo y el resto de cuevas declaradas Patrimonio de la Humanidad».
Otra de las infraestructuras clave, quizá la más clave, es el Mupac. El Museo, después de mucho deambular y de una existencia escindida, tendrá sede fija -y de casi 7.000 metros cuadrados- en un solar junto al Palacio de Festivales, en Santander. La Consejería está convencida de que el frente marítimo, donde se levantará el Mupac, se va a convertir en «un nuevo foco de actividad cultural, turística y social». Las expectativas se apoyan en infraestructuras consolidadas de la capital, como la Biblioteca Central, el Museo Marítimo o el propio Palacio de Festivales, y otros proyectos culturales que Santander desea para su 'anillo cultural': el Archivo Lafuente y la sede del Reina Sofía en el edificio del Banco de España, o el Centro Botín. Teniendo en cuenta todos estos edificios, Ruiz confía en que se establezcan sinergias entre todos, «posibilitando el diseño de una oferta cultural y artística atractiva».
Ramón Ruiz insiste en que «el Plan va a actuar no solo en la divulgación, sino que se proyectará sobre la gestión de todos los aspectos relativos al arte rupestre: protección, conservación, investigación y difusión. A todo ello se añadirá una serie de actuaciones en todas las cuevas para mejorar su accesibilidad».
Volviendo a las cavidades que son Patrimonio de la Humanidad, a continuación se exponen los datos y condiciones de visita (reglada, por razones de conservación; y siempre guiadas por razones de seguridad).
Altamira, Santillana del Mar | Emblemática y pionera
Es la cueva más emblemática, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985. Henri Moore, en 1934, la calificó como «Real Academia del Arte Rupestre». En sus paredes y salientes se pueden observar conjuntos pictóricos, dibujos, grabados. Su régimen actual de visitas es muy estricto: cinco personas por semana, los viernes, elegidas por sorteo entre los visitantes del museo. En 2015, visitaron el Museo 260.000 personas.
Chufín, Riclones | Grabados y animales pintados
Sus manifestaciones artísticas se traducen en hermosos grabados y pinturas de animales. Está en el cruce de los ríos Nansa y Lamasón. Solo abre en temporada de verano y en Semana Santa, a razón de 4 pases diarios (de 6 personas cada uno). En 2015 recibió 1.472 visitantes.
Hornos de la Peña, San Felices de Buelna | Ejemplar en grabados
Entre otros atractivos, alberga uno de los conjuntos de grabados más completos de la cornisa. Permanece abierta todo el año, con tres pases diarios de 4 personas en temporada alta; y solo con reserva previa en temporada baja. Recibió 1.434 visitas el pasado año.
Las Monedas, Puente Viesgo | Visitable todo el año
Pertenece al conjunto Monte Castillo. Está abierta todo el año: los pases pueden ser de 15 personas en temporada baja, y de 13 personas, en las temporadas media y alta. En 2015 se contabilizaron 21.144 visitantes.
El Castillo, Puente Viesgo | Referente científico
También pertenece a Monte Castillo. Su conjunto artístico (compuesto, entre otros, por 275 figuras) es un referente para la comunidad científica. Fue visitada en 2015 por 37.772 personas.
Las Chimeneas y La Pasiega, Puente Viesgo | Visitas restringidas
En ambas cuevas abundan las pinturas y los grabados. No están abiertas al público en régimen ordinario. Existe un programa de visitas especiales y restringidas en temporada baja (tres personas por semana). En 2015, visitaron Las Chimeneas y La Pasiega 23 y 27 personas respectivamente.
El Pendo, Camargo | Valioso friso de pinturas
Destaca su friso de pinturas y su vestíbulo es de grandes dimensiones. Está abierta todo el año, con pases de 20 personas. Fue visitada en 2015 por 8.312 personas.
La Garma, Ribamontán al Monte | Cerrada al público
Gracias a que quedó cerrada por causas naturales, la cueva se convirtió en una foto fija de las cuevas prehistóricas. No está abierta al público.
Covalanas, Ramales de la Victoria | Las famosas ciervas
Es conocida como la cueva de las ciervas rojas. Se encuentra abierta todo el año: pases de 8 personas en temporada baja, y de 7 en media y alta. En 2015 recibió 7.214 visitas.
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