Cantabria sigue envejeciendo

Esta diferencia es aún mayor por sexos pues la tasa de las cántabras alcanza el 22,9%, mientras la de las españolas en conjunto es del 20,6%. La de los hombres es del 17,5% para Cantabria y del 16,1% para el total de España.

A pesar del nuevo aumento del peso del grupo de mayores de 64 años, la longevidad en Cantabria vuelve a descender, pasando de 54 a 52 las personas que tienen más de 74 años. Este ligero descenso también se da por sexos, con la tasa de las mujeres en el 56% y la de los hombres en 46,5%. En España la cifra es inferior a la regional, 49,9%.

Los municipios más envejecidos de Cantabria es encuentran en el área interior, con tasas que se aproximan al 40% en Lamasón (40,7%), Peñarrubia (36,8%) y Rionansa(35,9%).

Por su parte, el grupo de jóvenes en Cantabria, los que tienen menos de 15 años, a pesar de caer de nuevo levemente durante el último año, conserva su peso en la población total, por lo que la tasa de juventud se mantiene 13,6%, por debajo de la media del 15%.

Los municipios más jóvenes de la región presentan tasas superiores al 18%, como Cartes (20,3%), Piélagos (19,7%) y Entrambasaguas (18,6%).

Este pequeño incremento de la tasa de jóvenes, junto al aumento de la de mayores, están asociados a un descenso del grupo de los adultos, el de población comprendida entre los 15 a 64 años. La caída durante el último año de este colectivo es de algo más de un punto porcentual, lo que ha supuesto una merma de 5.069 personas.

El índice de dependencia, que relaciona jóvenes y viejos por cada 100 adultos, es para Cantabria en 2015 del 51,2%, valor similar al del conjunto del país situado en 49,9%.

Sin embargo el índice de recambio (menores de 10 años por cada 100 mayores de 74 años) está muy alejado, pues mientras en la región llega al 115,%, en España se queda en el 90,7%, lo que indica que en la comunidad no está garantizado el reemplazo generacional.

En comparación con el conjunto del país, Cantabria continua presentando en todos los casos tasas estructurales menos favorables: la de juventud es menor, la de envejecimiento muy superior, y los índices de longevidad, recambio y dependencia siguen siendo mayores.