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Gonzalo Sellers
Lunes, 2 de enero 2017, 07:03
Una de las consejerías más beneficiadas por el crecimiento del Presupuesto será Obras Públicas. El departamento dirigido por José María Mazón dispondrá de 51 millones de euros diez más que el año pasado para poner en marcha proyectos por toda la región. Y las carreteras ... acapararán todos los focos con 35 millones de gasto, el 66% de ellos para nuevos viales.
El Gobierno seguirá desarrollando el Plan de Carreteras aprobado en la legislatura del PP. El proyecto que más presupuesto se comerá (5,1 millones) será la conexión de la S-10 con la S-30, entre el Crucero de Boo y el Polígono de Morero (El Astillero), que en 2018 también tendrá una reserva extra de otros 3,6 millones. El segundo escenario de inversión estará en Valderredible, donde acabarán más de tres millones de euros para la mejora de los viales y accesos entre varias localidades del municipio, y también en Trasmiera y Siete Villas, con la mejora de un puñado de viales y nueva conexión con la autovía. También se llevará un buen pellizco el demandado puente de Golbardo sobre el río Saja (1,9 millones) y el paseo peatonal entre Potes y el Monasterio de Santo Toribio, fundamental para el Año Santo Jubilar Lebaniego, ya en obras, con 934.000 euros.
Muchos de los objetivos de Obras Públicas para 2017 también pasan por avanzar proyectos en los despachos. Hay previstas pequeñas cantidades para empezar a redactar los proyectos del acceso a La Busta y los estudios ambientales de los tramos Viveda-Duález, por ejemplo. Y también se darán los primeros pasos en obras históricamente retrasadas, pero previstas en el Plan de Carreteras, como la conexión entre Requejada y Suances, el paseo peatonal entre Liencres y la playa exigido por Ciudadanos en el acuerdo con el Gobierno para aprobar el Presupuesto de Cantabria y la variante de Mortera.
Prioridad histórica
Las carreteras han sido una prioridad para los sucesivos gobiernos del PRC, desde que Miguel Ángel Revilla fuese el encargado de Obras Públicas del Ejecutivo de José Joaquín Martínez Sieso (PP) hasta cuando gobernó el bipartito PRC-PSOE. De hecho, el actual presidente cántabro reconoce como un legado propio haber llevado las comunicaciones por carretera «hasta la última casa de Cantabria». Con los números en la mano, el presupuesto de inversiones para carreteras autonómicas fue creciendo año tras año desde comienzos de este siglo hasta tocar su techo histórico en 2009, con 83 millones de euros. Desde entonces, con la llegada de la crisis, ha ido hacia abajo. Los regionalistas ya le dieron un recorte del 33% hasta los 56 millones en sus últimos dos años del gobierno que compartió con los socialistas, y el PP, en la pasada legislatura, lo volvió a reducir un 18% en total, dejando las inversiones en 46,5 millones de euros.
La obra clave de este año será el nuevo vial que unirá Boo de Guarnizo con el Polígono de Morero, que evitará a los transportistas, sobre todo, dar rodeos por las dos carreteras nacionales que bordean la zona. El proyecto ya está en licitación y las obras comenzarán en 2017, a la espera de una segunda fase, todavía en estudio, ya que también depende del Estado, para enlazar con la autovía S-30.
Hay tres zonas que concentrarán un buen puñado de actuaciones. La primera, Valderredible, donde se mejorarán los accesos de hasta 18 localidades, entre ellas, Arcera, Navamuel, Bustillo del Monte, Loma Somera, Villamoñico y Cubillo de Ebro.
Las áreas de Trasmiera y Siete Villas, donde se entrelazan un nudo importante de carreteras comarcales muy transitadas y con muchos años de reparaciones, también acapararán varias inversiones. Habrá mejoras de vias entre Anero, Pontones y el Alto Marín, que permitirán enlazar directamente con la autovía A-8. Además, se adjudicará y comenzarán las obras del proyecto de acondicionamiento de la carretera CA-445 Ajo-Güemes, con un presupuesto estimado de 1,4 millones de euros. Y también se acondicionará la plataforma entre Noja y Soano, sobre un trazado de 1,8 kilómetros y 1,3 millones de presupuesto. El objetivo del Ejecutivo, en este caso, es ampliar la calzada para agilizar el tráfico y mejorar la seguridad vial con la introducción de paseos peatonales y aceras nuevas.
La zona donde se juntan los municipios de Piélagos y Bezana, que han multiplicado su población en los últimos años por el desembarco de vecinos de Santander, sobre todo, recibirá una inyección de fondos para mejorar algunos viales. Por ejemplo, se hará más segura la rotonda de Mompía con una acera y un paso para peatones; se estudiará la construcción de una rotonda en Puente Arce, cerca del acceso al Barrio La Mina, debido a la falta de visibilidad por el cambio de rasante en un cruce, y, además, comenzarán los estudios de la variante que reducirá la intensidad del tráfico en Mortera. El Gobierno quiere unir los dos hospitales, el de Mompía y el de Liencres, con una nueva carretera que evite el paso por el centro de la localidad. También se ensanchará la vía y se creará un paseo peatonal para enlazar Mompía con Boo de Piélagos.
Golbardo y Torrelavega
Una de las actuaciones que más dinero acaparará será el nuevo puente de Golbardo, ya en obras, que el anterior Ejecutivo licitó en 6,3 millones y adjudicó por un 40% menos (3,8 millones). Este año se terminará de pagar con una última partida de 1,9 millones. La nueva infraestructura imitará el diseño del antiguo, realizado en 1902 por José Eugenio Ribero, declarado bien de interés cultural y primer puente de hormigón de España. La carretera, que se levantará cien metros aguas abajo del vial existente, ocupará un trazado de 450 metros, a modo de variante, por la actual carretera que conecta Golbardo con Novales. Casi la mitad de ellos discurren por el puente y permitirán el paso de vehículos de mayor tamaño, que ahora no pueden circular en esta zona.
En Golbardo está en marcha otro de los trabajos cuyo pago se liquidará en 2017. Precisamente, Revilla inauguró el pasado martes la mejora de esa carretera que lleva hasta Novales, donde se han realizado diversas obras de acondicionamiento, seguridad vial e integración ambiental a lo largo de casi 6 kilómetros.
Obras Públicas también quiere avanzar en los despachos el proyecto de una nueva carretera entre Duález y Viveda que evite pasar por Barreda para ir a Suances desde Torrelavega, una demanda histórica de la comarca. Así como el puente entre Requejada y Suances, una conexión que nunca termina de materializarse y que ahora sigue sin ser una prioridad, puesto que se mantiene sin proyecto de construcción, aunque se someterá a los primeros estudios.
Este año, una vez que se adjudique la obra, comenzará a ejecutarse la ampliación del Puente Ranero sobre el río Besaya, en Los Corrales de Buelna, con un presupuesto total de dos millones deeuros.
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