Cantabria destina más de 21 millones a captar turismo para la región

El desafío pasa también por utilizar esta oportunidad para vender otros valores importantes, sea el patrimonio cultural o paisajístico: desde Altamira hasta el Soplao; pensando en Alto Campoo, Cabárceno, Fuente Dé o las playas. «Por eso el stand de este año en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) se ha concebido como un recorrido. El tránsito del peregrino transcurre desde Castro Urdiales hasta Santo Toribio y atraviesa los principales hitos que pueden encontrarse en esta tierra», señala el consejero de Turismo, Francisco Martín. «Tenemos la oportunidad de que este año sea el más internacional de Cantabria, y debemos aprovecharlo para que así sea», sentencia el consejero. Basta con pedalear en la dirección del viento: «El balance de 2016 nos deja un crecimiento del 20% en pernoctaciones de extranjeros», señalan fuentes de la Consejería. Y lo que es más importante, cada vez logra trascender la estacionalidad veraniega para ampliarse hacia primavera y otoño.

De ahí que el foco se concentre ahora en consolidar las líneas aéreas que tienden puentes con tres puntos estratégicos: Reino Unido, Italia y Alemania. «El visitante tipo alemán, por poner sólo un ejemplo, tiene un consumo medio diario de 168 euros por persona». Además, el enlace aéreo con Varsovia abriría las puertas a un turismo religioso de gran calidad que aprovecharía 2017 para dar a conocer las bondades de la región.

La apuesta presupuestaria

Pese al contexto de austeridad, la inversión seguirá siendo este año generosa. «La cifra fijada por la Dirección General de Turismo para 2017 supera los 21 millones de euros. Nos toca vivir un tiempo en que sabremos que no tendremos recursos para estar en todas partes, pero sí podremos hacer una gran labor», certifica la responsable del cargo, Eva Bartolomé. Su prioridad: «Acometer de forma inmediata la mejora de infraestructuras turísticas que garanticen un buen servicio al visitante. Para eso hemos previsto dos millones y medio». Habla de la construcción de vías verdes, de la mejora de albergues, de la correcta señalización... «De poco sirve tener un gran hotel de cinco Estrellas si antes no tenemos claro cómo llegar a él», señala.

Todas esas estrategias, sin excepción, deberán configurar una red que pueda relacionar todos los valores turísticos de la región. «Y para eso lo primero que tenemos que hacer como cántabros es creérnoslo», advierte Bartolomé. «Tenemos en esta región un patrimonio de extraordinaria riqueza. Sucede lo mismo con el paisaje, con la historia, con el deporte... En el momento en que sepamos apreciarlo como se merece, estoy convencida de que aprenderemos a venderlo mejor».

El gran campo de pruebas será el Año Jubilar Lebaniego, que acaparará la atención de los visitantes junto con los dos grandes caminos de peregrinación que llevan al Monasterio de Santo Toribio: el Camino Norte de Santiago y el Lebaniego, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El gran evento cántabro se iniciará el 23 de abril con la apertura de la Puerta del Perdón del Monasterio en Liébana para arropar el acto con un programa que contempla más de 1.200 actividades.

Los patrocinios necesarios

«No es un año dedicado sólo a los visitantes religiosos. Hemos querido universalizar el concepto para que la experiencia trascienda lo religioso», aclara sobre el programa de actividades el director de la Sociedad Año Jubilar Lebaniego 2017, Israel Marcos. «No queremos pensar en el corto plazo, sino en el largo que implique una continuidad en la experiencia de la peregrinación que vaya más allá del año especial que celebramos este 2017». Y ahí se hace fundamental la colaboración público-privada, un terreno espinoso por culpa de las lagunas en la legislación. «A día de hoy, aún no se han definido cuáles son las figuras o situaciones a las que las empresas pueden acogerse para la exención fiscal. Esperamos que muy pronto podamos anunciar patrocinios con firmas muy importantes», avanza el responsable de la sociedad. Según fuentes de la Consejería, existen a día de hoy 20 empresas y firmas comprometidas «y seguimos trabajando para aumentar el número. Estamos hablando de un evento declarado de Excepcional Interés Público por el Estado y eso conlleva beneficios fiscales a tener en cuenta», declara el consejero Francisco Martín.

«En torno a Liébana y su gastronomía elaboraremos la cena de recepción de Fitur que el presidente Miguel Ángel Revilla tiene prevista en la Casa de Cantabria para el viernes día 20», detalla Ignacio Solana, propietario del restaurante Solana y delegado en Cantabria de la asociación Euro Toques Comunidad Europea Cocineros. «Tenemos la suerte de vivir un tiempo de bonanza. La reciente concesión de dos estrellas Michelin tanto al restaurante el Cenador de Amós como al Annua nos viene bien a todos, porque esto genera un efecto llamada que repercute en todo el sector».

«Hablamos de que entre cinco restaurantes en Cantabria se suman siete estrellas», explica el restaurador. «Al final acaba ocurriendo como con ciudades como San Sebastián, que van generando una fama en torno a la gastronomía de calidad que alimenta a todo el sector, no sólo al cliente gourmet, y eso es muy bueno».

Quizá se trate de enamorar a todos los sentidos: primero al gusto, y luego a la vista y al tacto... «En la última década el Museo de Altamira se ha consolidado como uno de los recursos para el turismo más importantes para Cantabria. Según nuestros datos, la existencia del museo había supuesto una influencia de un 60% sobre su decisión de viajar a Cantabria», desgrana Pilar Fatás, directora del centro. «Es importante que se conozcan los beneficios socioeconómicos que el patrimonio reporta, ello ayuda precisamente a esa concienciación y sobre todo a entender el porqué de la necesidad de su mejor preservación y su uso sostenible para que se mantenga su valor», agrega Fatás.

El futuro

Cada vez queda más claro que el futuro del turismo cántabro pasa no sólo por ver, sino por sentir, por vivir. Desde el propio Gobierno el concepto está bien claro. «No queremos vender las pinturas de Altamira. Lo que hace falta es que expliquemos qué hombre las pintó, qué historia existe detrás de ellas. Creo que nadie puede decir que conoce de verdad un lugar si no ha visitado sus museos más importantes, y eso mismo se puede traducir también a Cantabria», sentencia Eva Bartolomé.

En la cima de todos ellos se posicionará el Centro Botín. «Estamos convencidos de que se convertirá en uno de los grandes iconos de la ciudad y estamos muy tranquilos porque sabemos que los contenidos estarán al más alto nivel internacional», aplaude Bartolomé. Podrían incluirse en esa lista el Museo de Prehistoria, el archivo Lafuente, el Reina Sofía o la Fábrica de Creación. Proyectos, unos con mayor definición que otros, que redibujarán el atractivo de la ciudad con un 2017 que puede significar el pistoletazo de salida para muchos de esos proyectos.