Revilla hace política en Madrid
Asiste a su quinta Conferencia de Presidentes en una mejor sintonía con la cúpula del PP
Jesús Serrera
Domingo, 15 de enero 2017, 08:05
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Jesús Serrera
Domingo, 15 de enero 2017, 08:05
Este martes 17 de enero, en la Conferencia de Presidentes en el Senado, Miguel Ángel Revilla será el mayor en edad y el segundo más veterano al mando, tras el castellano-leonés Juan Vicente Herrera, de los líderes regionales convocados por Mariano Rajoy para ... pasar revista a la España de las Autonomías. Revilla, como jefe del Ejecutivo regional, inició en julio de 2003 el diálogo con el Gobierno central, presidido entonces por José María Aznar, a quien en un gélido encuentro reclamó inversiones para el abastecimiento de aguas en la bahía de Santander y en la comarca oriental, y para impulsar el tren de alta velocidad de Cantabria. En esa visita, y en las posteriores a José Luis Rodríguez Zapatero, cuando España jugaba en la Champions y el taxi a La Moncloa iba cargado con anchoas y nada menos que dos AVE en la agenda de reivindicaciones, Revilla comenzó a cimentar con su inagotable anecdotario una popularidad luego multiplicada por sus libros y su presencia en las televisiones y en las redes sociales. Ahora, crisis y decepciones por medio, el presidente cántabro vuelve a Madrid para pedir a Rajoy, como sus homólogos de otras regiones, un poco más de generosidad por parte del Estado.
Esta será la VI Conferencia de Presidentes, la quinta para Revilla, desde que en 2004 Zapatero instauró una cumbre que se ha querido vestir como máxima expresión institucional del modelo autonómico. Los avances, sin embargo, no han sido muy visibles: ni en la cohesión territorial, por las pulsiones independentistas de Cataluña y País Vasco, ni en la idea de transformar el Senado, donde se reúnen precisamente los presidentes, en la verdadera Cámara autonómica.
Tampoco en la financiación autonómica, relegada de la última conferencia en 2012, la primera convocada por Mariano Rajoy, tras los grandes triunfos electorales del PP del año anterior que le otorgaron el poder en la Administración del Estado y en once autonomías, y que estuvo orientada al control del déficit en lo más duro de la crisis. «Un éxito de la unidad frente a la adversidad», la definió Ignacio Diego, entonces presidente del Gobierno de Cantabria.
En esta próxima conferencia sí está previsto que se aborde un nuevo modelo de financiación más favorable a las comunidades, a través de una comisión de expertos. Durante la larga inestabilidad institucional de 2016, el Gobierno del PP en funciones, con el ministro Montoro a la cabeza, amagó con apretar aún más el cinturón a las regiones si el PSOE no se avenía a facilitar la gobernabilidad y algunos líderes autonómicos replicaron con una amenaza de rebelión frente a la distribución de recursos del Estado. Entre ellos, Revilla, que reiteró esa advertencia en todos los actos del último verano.
Sin embargo, la investidura de Rajoy, propiciada por la abstención del PSOE, ha devuelto una cierta normalidad a las relaciones entre el Gobierno central y las comunidades que se plasma en esta VI Conferencia de Presidentes. También Revilla ha modulado sus críticas al PP y a su líder nacional, desde la creencia de que el partido conservador está sólidamente instalado en el poder y que al PSOE, su socio en Cantabria del que cada vez está más distanciado, le espera una larga travesía del desierto. Una reubicación a favor de corriente previsible en quien se precia de haber sabido pactar, a lo largo del tiempo, con el PP, con el PSOE, con Podemos y ahora con Ciudadanos.
En el giro de la relación con Madrid ha resultado clave el nombramiento del nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, con quien el presidente cántabro ha recobrado la armonía y el clima de colaboración. En la cúpula nacional del PP Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Pastor también valoran el aporte a la cohesión territorial de Revilla y su proyección mediática, un líder regionalista que mantiene siempre un discurso integrador de España, frente a las posturas ambiguas u hostiles de los dirigentes vascos y catalanes.
Con Urkullu y Puigdemont ausentes, Revilla será el cuarto presidente en hablar en la Conferencia conforme al protocolo ordenado por la antigüedad de los Estatutos de Autonomía. La financiación estatal de la atención a la dependencia y los servicios sociales, el impulso al medio rural para evitar el éxodo de población, la eliminación de la tasa de reposición en los servicios básicos, incluidas la protección civil y las emergencias, centrarán algunos de sus mensajes.
Los asuntos concretos de Cantabria quedarán para una posterior reunión bilateral para la que Rajoy ya ha mostrado su disposición. La reindustrialización del Besaya, el dinero de Valdecilla, un mejor precio de la leche para los ganaderos... Y naturalmente, con el apoyo del ministro De la Serna, el tren rápido con Madrid no tan vertiginoso como el AVE, pero más factible, que Revilla pidió por primera vez a Aznar hace casi 14 años. El sueño con el que quiere culminar una larga carrera política.
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