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Fachada de la sede del Centro Cántabro en la calle Labradores de la capital riojana.
El hogar montañés en la región donde se confirma que el tamaño no importa
Logroño

El hogar montañés en la región donde se confirma que el tamaño no importa

El maridaje entre los vinos de Rioja y los quesos de Cantabria es una de las señas de identidad de un centro volcado en la cultura y la gastronomía

J. Mertínez Teja

Domingo, 5 de febrero 2017, 08:41

La Rioja es la comunidad autónoma más pequeña de España en superficie y número de habitantes y tiene en común con Cantabria la singularidad de provincia y región todo en uno. La publicidad institucional que se muestra en la capital, calle Laurel arriba, calle Laurel ... abajo, y que también puede verse en las agencias de viaje, advierte de que nadie se deje engañar por el tamaño, que en esto tampoco importa. Poco más de cinco mil kilómetros cuadrados de superficie, unos trescientos menos que Cantabria, son suficientes para mantener una civilización vitivinícola de más de dos mil años de antigüedad, tradición de piedra y cultura en Logroño, el primer documento escrito del castellano en San Millán de la Cogolla y la diversidad en la grandeza de poblaciones como Calahorra, Haro, Alfaro, Sajazarra, Cenicero, Baños de Río Tobía, Ezcaray, Nájera, Casalarreina, Arnedo o Santo Domingo de la Calzada. Monasterios de Yuso y de Suso, de Santa María la Real, catedrales, iglesias, castillos, palacios y restos arqueológicos que dan testimonio de una historia amplia, fecunda y vieja. Pero La Rioja, una de las pocas regiones españolas que superan la media europea de riqueza por habitante, orgullosa de su pasado, no se detiene en él sino para ponerlo en valor, porque es sólido su presente y prometedor su futuro.

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