Las múltiples caras del cristal

"Es muy interesante trabajar a mano a mano con otros compañeros en busca de un objetivo común", añade Elena Hernández. Sus caras reflejan, como más tarde harán sus creaciones, ilusión, motivación, ganas de experimentar... Porque la mejor forma de aprender Física, Química, Geología o Biología en edades tempranas no es seguramente memorizar las fórmulas que se necesitan aplicar en un problema, sino descubrir un proceso científico y ser partícipes directos del mismo.

Estos seis jóvenes, de apenas 17 años, forman los dos equipos que el IES Torres Quevedo de Santander ha conformado para participar en el Concurso de Cristalización convocado entre la Universidad de Cantabria y la Consejería de Educación del Gobierno regional con el objetivo de enseñar a los estudiantes de Secundaria a disfrutar de la ciencia aprovechando el atractivo natural que posee la cristalografía. Pero no son los únicos atraídos por el embrujo del laboratorio: más de 700 alumnos de ESO y Bachillerato de 24 institutos públicos y concertados de Cantabria se han sumado a la pionera iniciativa.

"La idea es hacer partícipes a los estudiantes del método científico, que vean cómo van obteniendo los resultados, que depende de lo que hagan, de la temperatura que pongan, del agua que utilicen, los cristales van a salir de una manera u otra. Que se familiaricen con el método de ensayo y error, que en la ciencia no es un fracaso, sino una oportunidad. Y de paso, acercarles a lo que se van a encontrar en la universidad en un futuro cercano", explica José Carlos Gómez Sal, exrector de la UC y asesor de este proyecto, que suma un nuevo capítulo es doctor en Magnetismo y Ciencias Físicas y catedrático de Física de la Materia Condensada a la pasión que ha demostrado por la ciencia a lo largo de toda su extensa trayectoria.

Y la respuesta de los estudiantes cántabros de Secundaria está siendo máxima, involucrándose en el proceso de creación de cristales no sólo en horario lectivo, sino también, en algunos casos, durante los recreos e incluso por las tardes, una vez finalizadas las clases. "La ciencia es generalmente aburrida para los alumnos de Secundaria, pero se puede aprender de forma divertida apostando por la experimentación. Y la cristalización es perfecta para ello", señala por su parte Imanol de Pedro, Doctor en Ciencias Químicas y miembro del departamento de Ciencias de la Tierra y Física de la Materia Condensada (Citimac) de la UC, encargado de coordinar la iniciativa. "Los chavales aprenden cuando están motivados y son protagonistas activos del aprendizaje", destaca.

"Esta experiencia va a fosilizar en la memoria de los estudiantes mucho más que otra clase teórica", ejemplifica por su parte Rubén Higuera, profesor de Biología y Geología del Torres Quevedo. Una formación "transversal" además, ya que, a juicio de De Pedro, la formación en cristalografía "promueve otras habilidades como la percepción espacial y estética o la solución práctica de problemas complejos que deberían potenciarse en los niveles educativos iniciales".

La Consejería de Educación se ha sumado de forma activa al concurso, ya que "encuadra a la perfección" dentro del plan para la mejora de la alfabetización y cultura científica que está desarrollando durante esta legislatura el departamento que dirige Ramón Ruiz.

"El proyecto permite sensibilizar al alumnado y profesorado de la importancia de la ciencia y de cómo se puede trabajar con ella desde los centros educativos; permite una formación de los docentes, que tienen conocimientos científicos pero quizás no tanto metodológicos, campo donde su experiencia es menor; y permite la participación de los estudiantes, que no pueden ser sólo sujetos de la ciencia, sino que tienen que ser agentes de ella, tienen que construirla", relata José Ángel Olavarría, asesor para el ámbito científico de la Unidad Técnica de Innovación Educativa de la Consejería.

También considera que la iniciativa permite dar "necesario un impulso" a las ciencias dentro de las ensñanzas medias. "Hasta ahora le hemos dado mucha importancia a Lengua, Matemáticas, los idiomas... pero sin embargo las ciencias han quedado en un segundo plano cuando suponen un pilar básico del desarrollo económico", sostiene Olavarría en una reflexión compartida por Imanol de Pedro, que también subraya el papel que juega este certamen para "reivindicar" las disciplinas científicas en Secundaria.

Tres etapas

El Concurso de Cristalización en la Escuela utiliza en Cantabria un formato ideado y desarrollado con éxito por el Laboratorio de Estudios Cristalográficos del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) a raíz del Proyecto Consolider de Crecimiento Cristalino. Los primeros pasos de su historia se remontan a 2009 en una edición que se organizó conjuntamente entre centros educativos de Andalucía y Puerto Rico, relata Gómez Sal. A través de los años, el certamen ha ido creciendo y sufriendo modificaciones y mejoras, hasta que en el presente curso se va a realizar de forma simultánea en nueve comunidades autónomas, entre ellas Cantabria, que lo hace por primera vez.

El formato del concurso, estructurado en tres fases, utiliza todos los ingredientes del método científico: desde la investigación en el laboratorio hasta la presentación de resultados en un congreso que se celebrará en mayo en el Paraninfo de la UC.

La primera fase consistió en cursos de formación impartidos por docentes de la Universidad entre los meses de noviembre y diciembre a través de los cuales enseñaron a profesores de instituto las herramientas científico-didácticas para la realización de los experimentos de cristalización con sus alumnos.

También se repartieron los kits didácticos de cristalografía y los materiales necesarios, entre ellos ADP (fosfato amónico), que se están utilizando en estos momentos en los centros educativos en la segunda fase del concurso, que engloba la realización de experimentos de cristalización hasta finales de abril. Por ejemplo, los alumnos del IES Torres Quevedo han apostado por crear un cueva en geodas, un árbol y una espada, que empiezan a tomar forma. "Lo más difícil hasta ahora ha sido, por un lado, decidir qué hacer; y por otro, que el cristal crezca como tú quieres", resume Barriocanal. "Es un campo que permite múltiples caminos", añade Nicoletta Tacu, pensando ya en los diferentes colores que quieren probar para revestir el cristal.

En la tercera fase, la labor experimental realizada por los estudiantes en sus centros será presentada y compartida en una acción final a modo de congreso científico. La cita será en el Paraninfo de la UC y sólo queda por fijar la fecha, que será el 5 o el 12 de mayo.

Una representación de cada centro tendrá que presentar, por un lado, una muestra de los cristales obtenidos en sus experimentos, en formato libre; y, por otro, un póster y un cuaderno en el que detallarán los objetivos, materiales, métodos, resultados y conclusiones de su trabajo. "La competitividad sana siempre es buena y tener la oportunidad de conocer el trabajo de compañeros de otros centros y compartir experiencias es sumamente enriquecedor", valora Rubén Higuera.

Un jurado formado por miembros de la sección territorial de la Real Sociedad Española de Química y de la de Física, por integrantes del GE3C (Grupo especializado de Cristalografia y Crecimiento Cristalino), por expertos en Bellas Artes y por representantes de los patrocinadores decidirá los ganadores de los premios de esta primera edición, repartidos en una docena de categorías. Por último, se organizará una exposición itinerante de las maquetas del concurso que se exhibirá por los distintos centros participantes.