![El Carnaval está que arde](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/pre2017/multimedia/noticias/201702/26/media/cortadas/webarde-k0eH-U212413587203g0H-575x323@Diario%20Montanes.jpg)
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Juan Carlos Flores-Gispert
Domingo, 26 de febrero 2017, 22:39
La fiesta del Carnaval acabó este domingo en Santander con la quema de la sardina en la plaza de Alfonso XIII, despidiendo así tres días en los que la mascarada llenó el centro de la ciudad y el Palacio de los Deportes, donde se celebraron la verbena de disfraces, el desfile infantil y la entrega de premios. El negro cortejo con la sardina camino de la pira salió de la plaza del Ayuntamiento, recorrió la calle de Juan de Herrera y la Plaza Porticada hasta llegar a la de Alfonso XIII, donde se le prendió fuego. El Carnaval santanderino echaba humo así en el ritual que da paso a la Cuaresma, pero los actos festivos continuarán los próximos días en varios municipios de la región. El entierro de la sardina es una ceremonia con la que se anuncia el fin del Carnaval, con un desfile que parodia un cortejo fúnebre y culmina con la quema de alguna figura simbólica, generalmente representando a una sardina, aunque en Cantabria también se quema el cachón y el besugo.
El entierro carnavalesco de la sardina se celebraba tradicionalmente el día antes del Miércoles de Ceniza y en él se daba sepelio al pasado, a lo socialmente establecido, para que surgiera una nueva sociedad. En Santander desde hace años tiene lugar en domingo, dando por concluido así el fin de semana de Carnaval y las fiestas de máscaras por las calles. La cita tiene tanta tradición que hasta Francisco de Goya pintó entre 1812 y 1819 un cuadro dedicado al entierro de la sardina. Sobre por qué se entierra la sardina, hay varias teorías. Una de ellas cuenta que la tradición radica en una mala decisión del Rey Carlos III, quien ordenó llevar sardinas a Madrid para celebrar el fin del Carnaval. Las altas temperaturas estropearon la comida, por lo que hubo que enterrar el cargamento entero.
Camargo dice adiós al cachón
En Camargo la jornada estuvo dedicada al Carnaval infantil, que se inició a las 17.00 horas en el Pabellón Pedro Velarde, al que prosiguió el espectáculo infantil Caravín, Caraván, con verbena, canciones y juegos y, a las 18.30 horas, la Merienda de Carnaval con chocolate y sobaos antes del sorteo de regalos entre los niños disfrazados.
Este lunes tendrá lugar el Gran Desfile de Carnaval, el concurso en el que este año se entregarán cerca de 4.000 euros en premios. Unos galardones que servirán para reconocer a los mejores diseños y a los grupos más animados durante el desfile. El jurado valorará la originalidad, el ritmo y la coreografía. Mañana, martes, se celebrará el Entierro del Cachón con la concentración a partir de las 19.30 horas en el Parque de Cros. A las 20.30 horas llegará el tradicional juicio del Cachón a cargo de los trovadores Marcos Bárcena y Miguel Cadavieco, para después dar paso a la exhibición de fuegos artificiales. La fiesta acabará con el tradicional reparto de cachojuelas, que estarán acompañadas de Agua del Carmen, Agua de San Juan y Aromas del Puerto.
Laredo quema la sardina
En Laredo, el Carnaval retoma sus actividades el próximo sábado con el Entierro de la Sardina, que tendrá lugar a partir de las 20.00 horas. En la plaza de la Constitución se concentrarán los viudos y viudas que asistirán a la representación a cargo de Aldaba Teatro. A continuación, dará comienzo el Entierro de la Sardina y el pez será conducida hasta la Playa Salvé, donde se recitará la Letanía a la difunta sardina con la que llegará el final del carnaval pejino.
Como novedad, este año los jóvenes del extinto Taller Moowan no han sido los encargados de confeccionar la sardina, y tampoco serán los que la trasladen a la playa pejina. Y es que la baja laboral de Juan Blas, encargado de esta tarea, ha provocado que el Ayuntamiento recurra a la empresa local Creatividad Blue Eyes, para que se haga cargo.
En Laredo, cientos de niños participaron este domingo en un jornada de disfraces con hinchables, que incluyó el espectáculo Plis Plas, la elección del rey y la reina infantiles, además de reparto de chocolate. En Castro también se dedicó la jornada a los más pequeños, con parque infantil y talleres en la Plaza del Ayuntamiento, pasacalles de gigantes y cabezudos y la actuación del grupo Los Jalapeños de la Frontera.
Santoña, besugo a la brasa
A los santoñeses aún no se les han acabado las pilas y tienen una semana para recuperar fuerzas y prepararse para vivir el Juicio en el Fondo del Mar, el acto por el que el carnaval marinero presume de ser Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Vecinos y visitantes tendrán que dejar el próximo sábado a un lado los coloridos disfraces y enfundarse ropas de luto para ser testigos del entierro del besugo que muere por amor a la sirena. Una edición más, los integrantes de la peña Los Rayitos darán vida a esta representación celebrada en un escenario que simula las profundidades del mar, con numerosos vecinos disfrazados de variopintos peces. Y, como fin de la fiesta de carnestolendas, el besugo acaba a la brasa.
Llega la Cuaresma
Acaba donCarnal y llega doña Cuaresma. El Entierro de la Sardina simboliza el fin del júbilo de las fiestas (representado en un pez) y la vuelta a la normalidad tras el carnaval. Este curioso acto es un símbolo de cómo hay que enterrar los vicios y malas prácticas del pasado para entrar en la Cuaresma, una época de mayor austeridad y tranquilidad. Se deja atrás el desenfreno y comienza una época más recatada. Es a partir del primer miércoles después del carnaval, llamado Miércoles de Ceniza, cuando se da inicio a la Cuaresma y comienza un período en el que (en el pasado) los ciudadanos debían abstenerse de todo tipo de placeres como la carne, el sexo y la diversión en general. La Cuaresma es un período de 46 días, desde el Miércoles de Ceniza hasta la víspera del Domingo de Resurrección, en el cual algunas iglesias cristianas marcan días de ayuno y penitencia en memoria de los cuarenta que ayunó Jesús en el desierto, los 40 días que duró el diluvio, los 40 años de la marcha del pueblo israelita por el desierto y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
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Ana del Castillo
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