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Congreso del PP: un militante, un voto

Me parecía que aplicar el nuevo modelo de preinscripción para votar y doble urna -para compromisarios y precandidatos- era un modelo excesivamente complejo y desincentivador de la participación de nuestros militantes

Juan Corro

Viernes, 3 de marzo 2017, 07:06

Nuevo congreso regional, nueva oportunidad para el debate. El pasado 14 de febrero asistí a la reunión de la Junta Directiva Regional porque quería interesarme por el proceso congresual; me parecía que Cantabria es una comunidad autónoma de tamaño suficientemente reducido como para poder optar por un proceso electoral basado en el principio de 'un militante, un voto' propio de un congreso asambleario según recogen nuestros estatutos. Me parecía que aplicar el nuevo modelo de preinscripción para votar y doble urna -para compromisarios y precandidatos- era un modelo excesivamente complejo y desincentivador de la participación de nuestros militantes. Por eso expresé mi preferencia por el modelo de 'un militante, un voto'. Lo que me resultó más chocante no fue encontrarme en solitario manteniendo esa posibilidad sino la ausencia completa de debate, argumentación o, al menos, reproches. Un solitario voto no favorable fue el resultado de la no discusión en el órgano colegiado encargado del modelo de organización del 12º Congreso.

Desde entonces han pasado algunas cosas, una primera llamada a la unidad, intentos sinceros, aunque fallidos, de diálogo y mediación para acabar derivando en una pugna abierta entre nuestro presidente y nuestra secretaria general. Viendo lo sucedido no puedo dejar de encontrar una cierta relación entre nuestra falta de hábito en el debate interno y la dificultad sobrevenida para el consenso y también, para gestionar el disenso o la discrepancia.

Llevo desde el año 2009 en el Comité Ejecutivo Regional, primero como miembro designado por el presidente y después en calidad de secretario de Innovación, Industria y Tecnología. En todo ese tiempo han sido escasísimas las ocasiones en las que he vivido un debate o un proceso de deliberación significativo, ya sea en el ámbito político, en el organizativo o en el electoral y ese, creo, es nuestro principal problema.

He leído llamadas generales a la unidad como arma electoral definitiva del PP, llamadas que me parece que no atienden suficientemente a la realidad de los hechos ya que si algo hemos tenido en el PP en general y mucho más en el PP de Cantabria en particular ha sido unidad. Una unidad que estaba presente cuando logramos en 2011 los mejores resultados de nuestra historia; una unidad real cuando la crudeza de la crisis y el desplome, todavía no completado del PSOE, nos llevaron a gobernar con una inédita mayoría absoluta. Con esa misma unidad concurrimos a las últimas elecciones autonómicas y municipales y nuestro resultado, siendo la fuerza política preferida por los cántabros, distó mucho del anterior resultado glorioso.

Creo que el Partido Popular de Cantabria necesita en primer lugar ensanchar su base electoral, centrándonos exclusivamente en nuestros actuales votantes no lograremos volver a gobernar, si queremos gobernar deberemos reforzarnos internamente y abrirnos a la sociedad programática y organizativamente. Una aproximación de vuelta a las esencias o de posturas maximalistas basadas en personalismos que derivarán, con toda probabilidad, en rencores no me parece una buena aproximación.

Hay una trampa dialéctica que también me gustaría señalar y es confundir el aforo, es decir, la capacidad de que dentro del PP un número amplio de personas compartan un proyecto político, y la dirección, es decir, el obligadamente reducido grupo de personas que habrá de liderar el proyecto en los próximos años. Caber, cabemos todos, pero liderar deberán liderar algunos.

La diferencia entre una afirmación, decir algo, y un argumento, decir algo fundamentado en razonamientos lógicos o en pruebas, es clara, pero la realidad es que el debate político se funda, y se basta, cada vez más, en meras afirmaciones sucesivas de portavoces que no se escuchan. Si los líderes no escuchan a los ciudadanos ni se escuchan entre sí entablando un debate desde la discrepancia legítima es difícil pedir altura, ejemplaridad y civismo a los votantes. Los adjetivos gruesos o extremos como 'desastroso gobierno' generan buenos titulares pero resultan ineficaces para ensanchar nuestra base electoral porque provocan un dilema en el lector que se ve obligado a elegir entre uno u otro bando, es mucho más conveniente describir las acciones de gobierno y sus consecuencias y dejar que los ciudadanos configuren sus propias valoraciones. Por eso necesitamos urgentemente trabajar en nuestro discurso, debemos ser capaces de responder, y que los cántabros nos lo reconozcan, a la pregunta de para qué sirve, para qué servimos, el PP de Cantabria. Cuál es nuestro modelo de región, nuestras prioridades y por qué son las más adecuadas para encarar el futuro. La actual aproximación de «somos mejores gestores» o «somos más realistas», pudiendo ser ambas cualidades radicalmente ciertas, se parece demasiado a un proceso de contratación de un ordenado administrador de fincas, pero es claramente insuficiente cuando se pretende liderar a una sociedad orgullosa de su pasado y preocupada por su futuro como es la sociedad cántabra.

Debemos trabajar con ahínco una propuesta electoral competitiva, propuesta que requiere de objetivos y proyectos que puedan ser también prioritarios para los cántabros y los animen a sumarse a nuestro proyecto de región; requiere de detalles de implementación que permitan ganarnos, por su verosimilitud y factibilidad, la confianza ciudadana y debemos presentarlos a la sociedad a través de portavoces, candidatos y equipos creíbles y solventes que sean capaces de aportar positivamente al resultado electoral del PP y que después, estén en condiciones de llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas para alcanzar la responsabilidad en las instituciones.

Ese es el Partido Popular de Cantabria en el que me gustaría seguir trabajando y sumando, y ese espero que sea el Partido Popular que seamos capaces de sintetizar tras el 12º Congreso regional.

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