Cantabria mantiene la segunda tasa más baja de abandono escolar

Cantabria sigue dando razones para el optimismo en el ámbito educativo, al menos en el parámetro que mide el abandono escolar prematuro. Con la última estadística en la mano, esta comunidad se mantiene como la segunda con menor número de jóvenes que deja las aulas para incorporarse al mundo laboral. La región se sitúa solo por detrás del País Vasco, que es que la arroja las mejores cifras desde hace varios años.

En el primer trimestre de 2017, solo un 8,6% de los estudiantes cántabros renunciaron a los estudios antes de finalizar de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). El dato es más llamativo cuando se compara con la media nacional, porque está 10 puntos por encima: es del 18,5%, si bien la tendencia general es a la baja.

El porcentaje nacional preocupa en la Unión Europea, que hace tiempo le marcó a España el objetivo de reducir para 2020 al 15% la proporción de jóvenes que no continúan estudiando más allá de la ESO. Cantabria alcanzó de sobra esta meta con cinco años de adelanto, no así el conjunto del territorio nacional.

La información fue facilitada por el Ministerio de Educación, que utiliza cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre. El índice que difunde Educación expresa el porcentaje de chicos de entre 18 y 24 años que no ha terminado la educación obligatoria. En esta ocasión, la estadística pone en evidencia que el abandono escolar prematuro en Cantabria se redujo casi un 2% (el 1,9) respecto al periodo enero-marzo de 2016. En el conjunto de 2016, el porcentaje de estudiantes que habían colgado los libros fue también del 8,6%.

Esta tasa es un importante indicador para medir el nivel de formación de un territorio, si bien no se detiene en la calidad de la educación o de las circunstancias que la rodearon. Los expertos la suelen relacionar con la situación económica, lo que explica que zonas con alto movimiento laboral estacional (en el sector servicios) como Andalucía, Canarias o Baleares se apunten valores altos de abandono, que doblan ampliamente la cifra de esta comunidad autónoma. Los estudiantes ven oportunidades de incorporarse al mercado laboral y salen del ámbito académico.

Cantabria, por el contrario, siempre se coloca en los últimos años entre las tres comunidades españolas con menores tasas de abandono prematuro e, incluso, se ubica por debajo de la media de la UE. Las cifras de esta autonomía son comparables a la que exhibe Alemania.

Caída en La Rioja y Canarias

En el conjunto del país, la tasa en cuestión bajó en el primer trimestre respecto al mismo periodo de 2016 un 1,3% y fue La Rioja (5,6 %) la comunidad que registró un mayor descenso, seguida de Canarias (4,9 %), aunque donde más cayó fue en Ceuta y Melilla (6 %).

En cambio, en Navarra, Murcia y Castilla-La Mancha subió el abandono escolar en un año.